Francina Hungría se ha tomado muy en serio su rol de candidata constituyéndose en una especie de celebridad en la campaña electoral.

Ha decidido participar hasta en los denominados “mano a mano”. Está integrada no solo en lo relativo a los planes de integración de personas con discapacidades, sino que ha puesto al servicio del equipo de campaña sus conocimientos como profesional de la ingeniería.

Ha dejado ver que le arrebataron la vista, pero no sus conocimientos como arquitecta.

La gente recibe a Francina con mucha algarabía y a su paso le da grandes muestras de cariño.