PARIS— El movimiento ultraderechista Frente Nacional parece llevar la ventaja en la primera ronda de las elecciones regionales en Francia el domingo, según proyecciones de agencias encuestadoras.

La tendencia es un impulso al movimiento liderado por Marine Le Pen y su movimiento antiinmigrante. Pero es un revés para el presidente Francois Hollande y su movimiento socialista. Las agencias Ifop, OpinionWay e Ipsos basaron sus proyecciones en los votos de algunos distritos.

Proyectaron que el Frente Nacional obtuvo entre el 27 y el 30% del apoyo a nivel nacional, seguido por los Republicanos del ex presidente Nicolas Sarkozy y luego por los socialistas.

Las elecciones tuvieron lugar en medio de tensión y estrictas medidas de seguridad apenas tres semanas después de los atentados terroristas de París. Se estima que el ambiente tenso favorecía a los movimientos nacionalistas y de ultraderecha.

Aunque el Frente Nacional parece contar con fuerte apoyo, queda por ver si el partido puede transformar ese ímpetu en una victoria clara en una segunda ronda que tendrá lugar el 13 de diciembre, para las gobernaciones de las 13 provincias francesas. Según las proyecciones los Republicanos de Sarkozy y sus aliados llegarán en segundo lugar aproximadamente con 27%.

Los socialistas, que actualmente ejercen control en casi todas las provincias, tendrán apenas el tercer lugar con entre 22 y 24%.

El panorama político francés ha quedado sumamente estremecido por los ataques terroristas de París del 13 de noviembre, en que 130 personas murieron, y la crisis de migrantes que buscan desesperadamente llegar a Europa desde el Medio Oriente.

El Frente Nacional espera que las elecciones le consoliden los avances políticos que ha logrado en los últimos años, y que le den legitimidad a Marine Le Pen con miras a las elecciones presidenciales del 2017.

La posición de Hollande en las encuestas nunca ha sido buena pero ha mejorado desde los ataques terroristas de París, luego que intensificó los bombardeos contra el grupo Estado Islámico en Siria e Irak e impuso un estado de emergencia a nivel nacional. Pero su partido ha perdido apoyo electoral porque perdura el desempleo en un 10% y la economía sigue anémica.