París.-Francia pidió en la Organización de las Naciones Unidas que el Consejo de Seguridad se mueva con celeridad para pedir un alto el fuego en Gaza “ahora, no la semana que viene”, según dijo ayer a la prensa el embajador francés Nicolas de Rivière, quien solicitó una reunión de urgencia a puerta cerrada del Consejo.
La situación en Gaza “es absolutamente catastrófica”, recordó el diplomático, y “no es por un desastre natural, es una guerra y debemos pararla”, insistió.
“No podemos procrastinar más, debemos tomar acción ya”, repitió, antes de recordar las otras prioridades- la liberación de los rehenes en manos de Hamás y el pleno acceso de ayuda humanitaria.
De Rivière se refirió al informe hecho público este lunes de la iniciativa mundial de Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, -por sus siglas en inglés- herramienta de la ONU) que alerta sobre el hecho de que 1,1 millones de personas padecen “inseguridad alimentaria catastrófica” actualmente, el nivel más grave, algo sin precedentes en los veinte años de existencia del índice.
El Consejo de Seguridad ya ha rechazado en tres ocasiones sendas resoluciones para pedir el alto el fuego en Gaza por el veto de Estados Unidos, que ha secundado a Israel en su tesis de que una tregua serviría para el rearme de Hamás.
Desde hace un mes circula entre los miembros del Consejo otro proyecto de resolución, redactado por Estados Unidos, que buscaría limitar el alto el fuego a seis semanas y lo condiciona a una previa liberación de los rehenes en manos de Hamás, pero los miembros del Consejo no se ponen de acuerdo sobre los términos del texto.
La propia posición de Francia ha ido evolucionando desde que comenzó la guerra, y si al principio el gobierno de Emmanuel Macron se mostró más comprensivo con Israel, hace tiempo que se ha sumado a las exigencias de otros países a ese país para que declare un alto el fuego, en consonancia con la mayor parte de la comunidad internacional.
Puestos de trabajo
En tanto, alrededor de 507.000 puestos de trabajo se perdieron en Gaza y Cisjordania durante los cuatro primeros meses de la guerra en la Franja, lo que se traduce en pérdidas diarias de ingresos de unos 21,7 millones de dólares, informó este lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Desde el estallido del conflicto el 7 de octubre hasta el pasado 31 de enero, Gaza perdió unos 201.000 puestos de trabajo, el equivalente a casi dos tercios del empleo total en el enclave, según un informe conjunto de la OIT y el Buró Central de Estadísticas Palestino.
La guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás también ha golpeado duramente el mercado laboral de Cisjordania, donde en el mismo periodo quedaron destruidos unos 306.000 empleos o algo más de un tercio del trabajo local.
El último boletín de ‘Impacto de la guerra de Gaza en el mercado laboral y los medios de vida en el Territorio Palestino Ocupado’, presentado este lunes, estima que todo ello se tradujo en pérdidas de ingresos de unos 21,7 millones de dólares por día.
Según el informe, la tasa de desempleo anual para ambos territorios se dispará hasta el 42,7 % si la violencia continúa todo el primer trimestre de 2024, mientras que el dato alcanzaría el 45,5 % en caso de que el conflicto se prolongue durante todo el primer semestre del año.
Además, la continuación de las hostilidades hasta el próximo junio contraería su Producto Interior Bruto (PIB) conjunto en un 15 % más, después de haber hecho caer ya la actividad económica un 80 % en Gaza y un 22 % en Cisjordania durante los tres primeros meses de la guerra.
“Encima de las devastadoras y catastróficas pérdidas humanas, y con la gente de Gaza al borde de la hambruna en masa, la guerra de Gaza también ha causado una crisis económica y social sin precedentes en el Territorio Palestino Ocupado”, alertó la directora de la OIT para los Estados Árabes, Ruba Jaradat.
Solo palabras
El presidente estadounidense, Joe Biden, habló ayer con el primer ministro israelí, Bejamin Netanyahu, por primera vez en semanas y trataron la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y una posible operación israelí en la ciudad de Rafah, el punto más al sur del enclave palestino, y que Washington considera un “error”.
“El presidente Biden habló con el primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel para tratar los últimos acontecimientos en Israel y Gaza, incluida la situación en Rafah y los esfuerzos para aumentar la asistencia humanitaria a Gaza”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (NSC), aseguró que gran parte de la conversación tuvo que ver con los planes israelíes de ocupar Rafah, sobre los que Biden se mostró “profundamente preocupado”, debido a que pondría a más de un millón de refugiados en grave riesgo y sin escapatoria aparente, además de ser la entrada de ayuda humanitaria desde Egipto.
Unión Europea y Gaza
— Cementerio
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó ayer que Gaza no es solo un cementerio de miles de palestinos sino también de los principios de la ley humanitaria.