Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó este miércoles de una posible fragmentación de la economía mundial por la que los países restrinjan sus relaciones comerciales a sus socios o aliados, como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.
En una rueda de prensa virtual en el marco de la asamblea de primavera que el ente financiero celebra esta semana, la directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, alabó los beneficios de la globalización de estas últimas décadas y lamentó las señales de cambio de rumbo que se están produciendo en la economía global.
Georgieva resaltó que el producto interior bruto (PIB) global se ha triplicado desde 1990 y que los beneficios se los han llevado, sobre todo, los países en vías de desarrollo, que ahora tienen una economía 4,5 veces mayor a la de entonces.
Además, según explicó la directora gerente de la institución, la pobreza se ha reducido considerablemente.
“La ironía es que un mundo más fragmentado requiere de mayor cooperación para prevenir que se materialicen riesgos gigantescos”, aseguró.
El repliegue comercial de los países va más allá de las sanciones implementadas por Occidente contra Rusia por su invasión a Ucrania y se enmarca en un patrón de progresiva divergencia comercial entre el bloque de las democracias, compuesto entre otros por EE.UU., Europa y Japón, y el de los regímenes autoritarios, en el que se encuentran Rusia y China. Georgieva aseguró que desde el FMI tienen como prioridad proveer análisis objetivos de los beneficios de la cooperación y de los riesgos de la fragmentación.
“Este es un momento difícil y se están produciendo eventos muy perturbadores, pero somos interdependientes y la necesidad de cooperación es muy fuerte”, aseguró la economista, quien dijo que jamás imaginó que volvería a ver una guerra de estas dimensiones en Europa.
Sin embargo, como directora de una institución con 190 países miembros, aseguró poder dar fe de que si bien la cooperación es más difícil cuando existen tensiones, esta “no es imposible” y se pueden seguir tomando decisiones importantes.
El FMI publicó el martes una actualización de sus proyecciones de crecimiento económico para 2022 y los próximos años, que por primera vez reflejan el impacto de la guerra en Ucrania y según las cuales la gran mayoría de países experimentarán un ritmo de crecimiento inferior al que se preveía antes del conflicto.
Este miércoles fue el turno del informe de “vigilancia fiscal» del ente, en el que proyecta la evolución del déficit o superávit público para cada país y de la ratio entre deuda pública y PIB.
Para los países latinoamericanos, el FMI prevé que 2022 se cierre con un déficit medio del 4,7 % del PIB, que se reducirá al 4,2 % en 2023 y al 3,4 % en 2024.
Dentro de la región, el Fondo prevé grandes variaciones para 2022, que van del 7,6 % previsto para Brasil al 1,5 % de Chile, pasando por un 3,2 % para México, un 3,8 % para Argentina, un 2,4 % para Perú, un 4,6 % para Colombia, un 2,7 % para la República Dominicana y un 2,5 % para Uruguay.
“Las proyecciones para la mayoría de países latinoamericanos apuntan a déficits mucho menores que en 2020, por el fin de las medidas fiscales excepcionales decretadas por la pandemia y el retorno del crecimiento económico y por tanto de los ingresos fiscales”, dijo en una entrevista con Efe Paolo Mauro, subdirector del Departamento de Asuntos Financieros del FMI. En lo relativo al peso de la deuda pública respecto al PIB, el FMI proyecta que este se situará de media en la región en el 71,7 % en 2022, y permanecerá estable en torno a esta cifra durante los cinco años siguientes.
Para España, la institución financiera proyecta un déficit del 5,3 % del PIB en 2022; un 4,3 % en 2023 y un 3,9 % en 2024, además de cerrar el presente ejercicio con una ratio deuda/PIB del 116,4 %.
En el resto del mundo, el FMI proyecta que Estados Unidos cierre 2022 con un déficit público del 4,8 %; la zona euro, del 4,3 %; el Reino Unido, del 4,3 %; China, del 7,7 %; Japón, del 7,8 %, y la India, del 9,9 %.