El paso del huracán Fiona dejó a importantes comunidades del Este en una situación muy vulnerable. El presidente Luis Abinader, sin pérdida de tiempo, se responsabilizó de un amplio programa de apoyo humanitario que implica la reconstrucción de 8,300 viviendas afectadas.

Hace un año, justamente, Tony Peña, coordinador del Gabinete de Política Social, anunció un proyecto de reparación masiva de casas vulnerables en todo el país, y que serían intervenidas 1,000 viviendas. El plan iniciaría en la provincia Monte Plata.

Si no se trata de las mismas viviendas, el Gobierno tiene ahora el compromiso de intervenir 9,300 viviendas en un plazo que todavía no está explicito. Las prometidas en el pasado y las nuevas que compromete el presidente Abinader transforman el proceso en un plan habitacional muy ambicioso.

El huracán Fiona no solo dejó necesidades habitacionales. La iniciativa con las viviendas constituye un paso esencial, pero hay que complementar esta importante acción para encadenar una agenda que lleve a la Presidencia de la República a declarar una lucha sin cuartel contra otros males.

Entre ellos hay que dotar a los hospitales de las zonas afectadas con planes efectivos para combatir el dengue. Centenares de niños de esa región están en peligro inminente.

De igual forma, los programas comunitarios contra el dengue entre el Ministerio de Salud Pública y las alcaldías de la región deben fortalecerse.

Sobre todo en esta etapa crítica que demanda almacenar agua limpia. Además, se hace necesaria una labor administrativa para atender los presupuestos deficitarios de los hospitales que cargan con la gran responsabilidad de recibir niños afectados y que no cuentan con los medicamentos esenciales.