LA HABANA (AP) — El expresidente Fidel Castro se reunió con cinco agentes cubanos, tres de ellos liberados recientemente por Estados Unidos, y afirmó que sus labores no perjudicaron al país norteño.
“Si estaban en Estados Unidos no era para hacer daño a ese país o tomar venganza por los crímenes que allí se organizaban y abastecían de explosivos contra nuestro país. Tratar de impedirlos era absolutamente legítimo”, afirmó Castro.
En un artículo publicado el lunes en el diario oficial Granma, el exmandatario cubano contó que el sábado “durante cinco horas… fui feliz” escuchando los relatos de los cinco agentes.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero llegaron a la isla el 17 de diciembre cuando los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en un acuerdo que incluyó además la excarcelación y repatriación del contratista estadounidense Alan Gross.
Los otros dos agentes, René González y Fernando González -que no son familiares entre sí- habían sido liberados anteriormente, el primero 7 de octubre de 2011 y el segundo el 27 de febrero de 2014.
“Los recibí el sábado 28 de febrero, 73 días después que pisaron tierra cubana”, explicó Castro en su artículo.
“Lo principal a su llegada era saludar a sus familiares, amigos y al pueblo, sin descuidar un minuto la salud y el riguroso chequeo médico”.
Los cinco agentes de inteligencia cubanos cuya llamada “Red Avispa” funcionó en Florida en la década de 1990 fueron detenidos en 1998 y condenados a penas de entre 15 años y cadena perpetua por conspiración, asociación ilícita, no inscribirse como agentes extranjeros y otros delitos.
Cuba alega que no atentaban contra la soberanía estadounidense sino que espiaban a grupos de exiliados a los que La Habana atribuye una serie de ataques con bombas a hoteles y otros atentados terroristas en la isla.