¿Eres de esas personas que preferiría quedarse en cama, viendo una película durante las vacaciones navideñas y finales de año?, pues no eres rar@; algunas estadísticas aseguran que, tan sólo en Estados Unidos, el 45 % de los ciudadanos prefieren quedarse aparte durante esta temporada.
Muchas personas no se sienten cómodas en reuniones familiares donde vuelven a salir molestos temas de conversación, ya sea porque son muy personales. Si esta es tu situación: procura practicar algunas respuestas evasivas, encuentra de antemano algunos temas que sabes dirigirán la atención a otra situación e incluso cerrar el tema de la mejor manera. Podrías decir algo como: “Bien, ya hemos hablado de mí; ¿qué podemos hablar de ustedes ahora?”. De ese modo te sales de la ecuación y mantienes el evento en lo festivo.
En reuniones familiares muy formales puede que te toque sentarte al lado de alguien que no deseas. Si sabes que esa persona estará ahí, tienes tiempo suficiente para encontrar temas distractores que sean más diplomáticos. Podrías mover la conversación a algo que sabes a esa persona le interesa como el trabajo, estudios, viajes, de ese modo no será sobre ti.
Hay familias que han perdido algún miembro en las semanas o meses anteriores y les resulta particularmente difícil celebrar. La recomendación es mantener las tradiciones lo más parecida posible, pues tarde o temprano volverá a ser agradable ese recuerdo.
Aún en los momentos de más dolor por la pérdida de su ser amado, es más llevadero el dolor si celebramos la vida de ese ser querido. Claro que hay momentos muy neurálgicos que no son fáciles de llevar en casi ningún escenario. Por lo que te recomiendo empatía y discreción.
Las festividades siempre son buenos momentos para crear nuevos buenos recuerdos. Date la oportunidad desde una nueva mirada.