Santo Domingo.-Organizaciones que promueven el aborto en el país como parte de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres repudiaron ayer la prohibición del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de financiar con dinero oficial a cualquier entidad extranjera que realice y difunda esa práctica como un método reproductivo aceptable.

Mientras que las comunidades católica y evangélica del país saludaron la medida y consideraron que la prohibición de Trump llega a República Dominicana en un buen momento.

“Esas iniciativas hay que aplaudirlas, de ninguna manera está bien que un Estado llamado organizado, que se jacta de respetar los derechos humanos a nivel general, se dé a la tarea de propiciar la matanza de criaturas que están en el seno de la madre”, dijo el coordinador de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario.

Mientras que el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica, Fidel Lorenzo, señaló que los activistas abortistas tendrán que buscar otro oficio al que dedicarse, porque “ahora no tendrán fondos para financiar su campaña ni su “lobismo” y activismo en los congresos y con los gobiernos, así que la iglesia celebra”.

Obstruir un derecho

La directora de Profamilia, Magaly Caram, pidió a los congresistas que no se dejen chantajear y que respeten el derecho de la mujer de practicarse o no un aborto.

“Las mujeres tienen derecho a decidir interrumpir un embarazo, siempre y cuando su vida esté en riesgo, cuando el producto del embarazo sea no viable o sea fruto de una violación e incesto”, dijo.

Aseguró que las personas que se benefician de los servicios de salud sexual y reproductiva de Profamilia no deben preocuparse, ya que las siete clínicas institucionales continuarán ofreciendo las atenciones acostumbradas.

Efectos en la región

Magaly Caram reconoció que esta medida del gobierno de Estados Unidos tendrá efectos en la región, que pueden provocar un aumento de embarazos no deseados, que a su vez podrían ser la causa del aumento de abortos realizados en la clandestinidad, con resultados predecibles.

De su lado la directora del Colectivo Mujer y Salud, Cinthya Velasco, repudió la medida tomada por Trump y consideró que solo busca obstruir el avance de los derechos de las mujeres.

“La política exterior de los Estados Unidos de América puede obstaculizar el avance de estos derechos, pero de ninguna manera va a retrasar las demandas nacionales que tenemos, como es la aprobación del Código Penal, incluyendo la observación que el presidente le hizo del pasado 19 de diciembre”, dijo Velasco.
Consideró que los acuerdos internacionales no pueden ser violados.

Requiere mayor inversión

La activista feminista Sergia Galván requirió una mayor inversión de parte del Estado en materia de salud y, de manera particular, sexual y reproductiva, para que las organizaciones que trabajan por eso no se vean amenazadas por las políticas injerencistas de los Estados Unidos, a través de la utilización de las organizaciones anti-derechos.

Mientras Cinthya Velasco, del Colectivo Mujer y Salud, advirtió que Donald Trump apuesta a la muerte de mujeres en el mundo, pero que las organizaciones a nivel global no permitirán que esas “políticas retrógradas, contraria a los acuerdos internacionales, a la justicia, la democracia y a las leyes de cada país, intervengan en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”.