En República Dominicana, los asesinatos de mujeres por razones de género o llamados “feminicidios” son un problema grave y preocupante que deja dolor y luto no solo a los familiares de las víctimas, también a la sociedad dominicana en sentido general.
Hablar de feminicidios no es nada raro y extraño, día a día, vemos y oímos en medios de comunicación una historia trágica y desgarradora de una mujer, sus hijos u otros vinculados a la mujer asesinada. Escenario que motiva a preguntar qué factores podrían incidir para minimizar la problemática de una vez por todas.
Si bien en República Dominicana con los años los gobiernos vienen tomando medidas para enfrentar esta problemática, como la promulgación en su momento de la Ley 24-97, sobre Violencia de Género e Intrafamiliar, que busca prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, esta no ha sido suficiente porque a pesar de los esfuerzos, persisten desafíos significativos en la implementación efectiva de las leyes y protección de los derechos de las mujeres.
La reducción de la violencia contra las mujeres en cualquier país es un indicador directo del desarrollo, por tanto, debemos apuntar a ese objetivo y, preguntarnos, ¿de qué manera podemos revertir estas penosas cifras? ¿de qué forma podemos educar a nuestra población para que la violencia de género deje de ser el riesgo más grande al que están expuestas las mujeres en el país? ¿cómo podemos proteger a las mujeres e impedir que sean abusadas, violentadas y asesinadas a diario?, una tarea pendiente de todos y todas.
Abordar los feminicidios y la violencia de género requiere un enfoque integral, sistemático, intenso y ejemplificador que involucre gobiernos, sociedad civil y movimientos feministas, educación en igualdad de género, fortalecimiento de las instituciones encargadas de la justicia, acceso a servicios de atención y apoyo para las víctimas e implementación efectiva de las leyes existentes, por mencionar algunos aspectos. Sin embargo, es importante avanzar a nuevas estrategias afines al contexto país, sobre todo, en temas de crianza de las niñas y abordaje de una nueva masculinidad.
Promover un debate profundo con el concurso de todos es oportuno para enfrentar la problemática y cuestionar la posibilidad de imaginar una República Dominicana que brinde condiciones para que las mujeres vivan libres de toda forma de violencia. Hemos escuchado que los cambios en todos los procesos de la vida se dan paso a paso, pero, reducir la violencia de género es urgente, tiene que ser ya.
*Milossis Liriano, licenciada en Comunicación Social y máster en Comunicación Corporativa.