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Feminicidio: la necesidad de un nuevo modelo para combatir este flagelo

A pesar de los esfuerzos que por décadas el Estado Dominicano a promovido en contra de la violencia intrafamiliar, la República Dominicana, de acuerdo a estadísticas dadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y otros organismos, no ha podido lograr controlar las muertes de mujeres por causas de violencias o feminicidios.

No obstante, han sido notorios los esfuerzos que por décadas el Estado Dominicano en manos de la Procuraduría General De La República e Interior y Policía, han llevado a cabo a través de políticas públicas, mecanismos de prevención y publicidad, es necesario revisar y adecuar el modelo actual.

Es evidente, que la República Dominicana a través de sus instituciones públicas, involucradas en contra de este flagelo forman parte de organismos internacionales e instituciones sin fines de lucro que día a día se preocupan por crear estrategias eficaces para reducir la muerte de mujeres por causas de violencia de género o intrafamiliar.

Es lamentable que la República Dominicana se encuentre justamente con otros países del caribe como es el caso de Jamaica, Puerto Rico e Islas vírgenes las cuales cuentan con tasas sumamente altas registradas por violencia en contra de la mujer; estadística dada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y otras organizaciones.

En los últimos días han sido publicadas estadísticas que son sorprendentes; a tal punto de que se han registrado aproximadamente la muerte por causa de violencia de aproximadamente de 700 mujeres del año 2020 al 2024; de acuerdo con la cifra publicada en el periódico El Día en fecha 4 de agosto, se registran 48 víctimas, en una reciente publicación del periódico El País España señala que en Latinoamérica murieron por esta causa aproximadamente 4,855 victima de feminicidio en el año 2024; estadística en la cual la República Dominicana no está considerada.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que los países de Latinoamérica y el caribe son los más proclive a la violencia física en contra de la mujer; frente a esta realidad, nos preguntamos cual sería la razón por la cual Latinoamérica y el caribe están dentro de las regiones de mayor violencia de género, intrafamiliar y feminicidio.

Resulta, que este flagelo, no es mas que un problema de índole sociocultural, donde los estados se han enfocado en llevar a cabo planes, que muestran que no son efectivos, dado a que minimizar la violencia implica educar a un pueblo sobre la base del respeto hacia los demás.

Es necesario un plan que independientemente y contrario a la política y visión por parte del estado, la cual esta enfocada en acceso a la justicia, a través de línea de contacto y de vida, la presencia de los cuerpos de policía en procura de la privación de libertad, publicidad y otros mecanismos que se promueven, es necesario crear un plan que integre a todos los actores e instituciones que luchan en contra de la violencia y delitos en contra de la mujer, a través de un Centro de Prevención y Protección Familiar y de Parejas.

El referido centro estaría integrado por todos los actores de manera conjunta añadiendo a esta lucha un cuerpo de psicólogos, un cuerpo médico, una policía especial y un tribunal de atención permanente, pero que a diferencia de que estén todos separados se encuentren integrados en una sola institución, donde se puedan albergar a los afectados, con acceso a un examen psicológico y médico, la participación de la fiscalía especializada en la materia y un juez, el cual recibirá las opiniones tanto medicas como del Ministerio Publico, de tal manera que se pueda identificar el elemento generador que provoca la violencia entre los involucrados.

El objetivo es descubrir cuales son las causas reales, que fomentan la violencia dentro del ámbito familiar o relación de pareja, con este estudio psicológico y médico se descubrirá si existen elementos como son drogas, alcohol, problemas psiquiátricos o simplemente conducta o cultura fomentada desde el seno familiar.

Hasta tanto no queden evaluadas y vistas ante un juez especializado-única y exclusivamente en este tipo de delitos a los fines de que este tribunal ordene si es necesario terapia conductual o cualquier ayuda que pueda el estado facilitar con el objetivo de que estas parejas no vuelvan a incidir en este error.

Es necesario crear instituciones que, en vez de dictar medidas de prisión, la cual no fomenta ni ayuda al crecimiento positivo de la persona, la actitud correcta es acompañarlo, educarlo, de tal manera que sean entes productivos de nuestra sociedad.

Cuando se sustituya la prisión por servicios públicos, donde se enseñe oficios y se le dé participación a las iglesias en el Centro de Prevención y Protección Familiar y de Parejas, tendrán la capacidad de identificar que dentro de todas esas violencias existen otros males que pueden ser combatidos a través de terapias, ayudas médicas, fomentación de empleos que den lugar a insertarlos en la sociedad.

Una sociedad moderna, acompaña, educa y promueve la integración familiar, el amor al prójimo y el respeto a los demás; la violencia no se manifiesta única y exclusivamente en el momento en el que una pareja discute o pelea, nuestra sociedad, nuestra ciudad, se torna violenta simplemente por que no existe respeto a los demás, y es necesario inculcar el deber y el respeto.

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Eduard Moya

Lic. Eduard L.Moya, presidente fundador de Moya & Asociados abogados consultores desde el 2008, magister en Derecho Civil, Derecho Constitucional, Procesal Constitucional y Derecho Administrativo. Docente universitario en Pucmm, Universidad del Caribe y Autónoma de Santo Domingo (UASD).

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