Para todo hay un dicho, hasta para contradecir a otro dicho. Pero cada uno tiene su reflexión y enseñanza en circunstancias particulares.
Por ejemplo, en época de tanta especialización, la expresión “zapatero a su zapato” tiene una significación muy especial. Cada quien en lo suyo.
Sin embargo, hay dos conglomerados en los que esa expresión se aplica poco: los políticos y los sacerdotes. Ambos saben mucho de todo y lo más bonito es que creen que ejercen.
En materia de comunicación estratégica, contrario a lo que se pudiera creer, la administración del presidente Danilo Medina se ha quedado rezagada. Un consultor español se extrañaba por lo mucho que el oficialismo podría comunicar en positivo, sin embargo con frecuencia luce acorralado.
Mal podría cargársele el dado al caballeroso Roberto Rodríguez Marchena, cuando lo cierto es que cada incumbente de un ministerio o dirección general suele formar su equipo de “comunicaciones”, pero en la mayoría de los casos ponen a encabezarlo a personas que desconocen los principios elementales de la comunicación política, comunicación corporativa, comunicación estratégica o el periodismo.
Tanto oficialistas como opositores se han inclinado por la utilización de “bocinas” que suelen ser soeces con el adversario, aduladores de quien les paga e insustanciales en contenidos.
Al desconocer como funcionan los medios periodísticos intentan bombardearlos de notas de prensa propagandísticas, desconociendo que desde hace mucho tiempo las agendas informativas dejaron de ser impuestas desde afuera.
En eso, nuestros políticos han retrocedido.
