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Faride y el imperio de la ley

Felipe Mora Por Felipe Mora
Felipe Mora
📷 Felipe Mora

A la distancia que imponen los medios, se ve que esta funcionaria trata de hacer cumplir la ley.

Para tratar de enderezar y conducir por el camino correcto a elementos torcidos dentro de una sociedad, hay que partir del criterio de que lo que se vaya a hacer en ese sentido requiere afectar intereses. Esto podría catalogarse de verdad absoluta.

Imponer el orden y acabar con el caos existente no siempre goza de la aceptación de todo un conglomerado. Está más que demostrado que en nuestros barrios, ensanches y hasta en residenciales, hay ´colmadones´ y otros tipos de establecimientos que tienen instaladas bocinas enormes que cuando las ponen en función hacen la vida imposible a la gente de los alrededores.

Para contrarrestar a esos irreverentes, que no respetan el sueño ajeno ni la tranquilidad de los hogares, está en vigencia la ley 90-19, del 8 de abril de 2019, y que modifica la ley 287-04, del 15 de agosto de 2004, sobre prevención, supresión y limitación de ruidos nocivos y molestos que producen contaminación sónica.

Precisamente, es lo que está haciendo de muy buena forma Faride Raful, ministra de Interior y Policía. Incluso, esas buenas acciones deberían incluir viviendas de particulares que a cualquier hora del día o la noche truenan con sus “musicones”, en atropello de la tranquilidad colectiva.

Faride tiene que lidiar con esos escándalos, ha dado la cara y tenido que enfrentar situaciones enojosas en distintos sectores de la Capital y otras demarcaciones, sin incurrir en atropellos y siempre dentro de lo que establecen las leyes y la Constitución de la República. 

Por defender la integridad y llevar seguridad y tranquilidad a las familias dominicanas, a Faride le han lanzado dardos envenenados, de distintas dimensiones. Pero, como ella actúa dentro de la legalidad, esos dardos ni siquiera le pasan cerca.

En su reciente comparecencia ante los medios del Grupo Corripio, Faride espectó: “Las críticas a acciones contra el ruido afectan intereses que se lucran con el desorden”. Una verdad de a puño.

En este país hay comerciantes que cierran pedazos de calles y colocan bocinas con altísimos decibeles, lo que provoca ruidos insoportables a ciudadanos que merecen vivir con tranquilidad en sus hogares.

 “Mi mayor desafío frente al Ministerio de Interior y Policía en coyunturas actuales ha sido tratar de imponer el orden a través de la legalidad”. Una advertencia de Faride que nadie podrá ignorar.

Quienes se lucran del desorden no les interesa que la sociedad avance. Y precisamente hay personajes de estos que apuestan al fracaso de Faride como ministra de Interior y Policía, y con tales propósitos piden sea interpelada en la Cámara de Diputados por ella emprender acciones contra los negocios que provocan ruido y expenden bebidas alcohólicas fuera del horario permitido por ley.

De algo sí que estoy seguro. Los residentes en este país, en sentido general, merecen vivir en tranquilidad, y no a merced de algunos desaprensivos. 

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