Farallones de la Germosen contrastan por abandono con el Parque Mirador Sur
Santo Domingo.- Los Farallones de la Cayetano Germosen, el lado opuesto del Mirador Sur, exhiben un ambiente descuidado por los vertederos improvisados, el deterioro de escalinatas e inseguridad, especialmente por falta de iluminación y los desaprensivos que en la tarde-noche atacan a quienes cruzan el trayecto con fines de atracarlos.
A ese malestar se suman los mendigos, que han hecho de las cavernas existentes allí su guarida; los talleres de mecánicas y pinturas de vehículos, en el lado residencial por la Esther Rosario, además la obstrucción de las aceras usadas como parqueos.
“También están los teteos, expendios de bebidas sin respetar los horarios, la fumadera de marihuana en las escaleras de los kilómetros de 6 y 7 por parte de jóvenes de los barrios cercanos”, comentó un vecino que pidió reserva de su nombre por temor a represalia.

Contrario a la Avenida de la Salud, donde la gente va en busca de respirar aire puro, a ejercitarse y disfrutar de un ambiente de paz con un paisaje exuberante por sus frondosos árboles, en la Cayetano Germosen, se quejan del ruido, el alto tráfico de vehículos, en particular entre la Luperón y La Altagracia.
“Observamos un desorden, falta de aseo, las escaleras algunas están deterioradas, hay indigentes, algo que la Gobernadora del Parque me dijo es difícil de controlar, es comprensible, pero creo que entre las autoridades gubernamentales deben resolver esos temas; la iluminación es insuficiente, en una oportunidad a mí y mi esposo regresando del Mirador nos robaron los celulares”, reveló Mimí Arrias, una ingeniera extranjera residente en la Santa Cruz de Tenerife, del sector Antonio Duvergé.

Dijo que resulta peligro y en horas de la noche es difícil sentarse en el parque que fue creado a pocos metros del kilómetro I.
Pandemónium
En el trayecto, donde están los denominados “Chicharrones Light”, el entorno es cada vez más depredado por el comercio para darles entrada a sus clientes; a pocos metros confluyen allí, los Ministerios de Turismo; Medio Ambiente y Recursos Naturales, como además el Politécnico Movearte, sin estacionamientos para sus colaboradores ni visitantes que convierte en un pandemónium el lugar.
José Ramón Arias, presidente de la Junta de Vecinos del Residencial José Contreras, dijo que los dueños de negocios se han apoderado casi en su totalidad de la franja del Mirador. “Ahí ponen mesas, desechos de puntos blancos o platos de foam, que son criaderos de mosquitos que producen dengue y esta es una zona donde esos insectos se crían con facilidad”, comentó Arias.

Deploró que las once cuevas más importantes están convertidas en alojamiento de delincuentes y drogadictos.
“En ocasiones estos tiran piedras desde las mismas cuevas; nosotros hemos tenido que protegernos porque de ahí bajan delincuentes a robar y tenemos que tener nuestra seguridad alertada; a pesar de que los camiones pasan a recoger la basura, los sectores aledaños por los kilómetros 6,7 y 8 salen y hacen vertederos, a los 15 minutos de limpiar están de nuevo lleno de basura”, detalló Arias.
Otro de los problemas que observa es el aumento extremado del tránsito por el trayecto en particular de camiones, que ponen en peligro a residentes de la zona.
Defensoría pública
El tramo que debería ser un lugar que atraiga al turismo, se ve cada día más reducido con la instalación de infraestructuras como la Dirección General de Defensoría de Espacios Públicos, del Ayuntamiento del Distrito Nacional, que usa el entorno como depósito de las casuchas, mesas, letreros y otros artefactos que incauta en la ciudad, afeando lo que deben hermosear.

Adyacente a esa instalación también se ha establecido un pley, una de dos canchas creadas en el lugar, que sí bien es cierto que sirven para que los jóvenes se recreen, afean el ambiente por lo que las estructuras no están en armonía con las rocas-piedras porticas con que se erigió ese pulmón ecológico.
A la altura del Kilómetro 5 también está el Destacamento de la Policía Nacional, que por igual posee un canódromo o depósito de motocicletas, algunas en franco deterioro que por igual empañan la visual, y en el extremo de La Altagracia varias construcciones ilegales de viviendas que se han adueñado del espacio.
Lado Amable de los Farallones
No todo está mal en Los Farallones, pues en el tramo de la José Contreras con calle Principal, la alcaldesa Carolina Mejía construyó un parque infantil y creó un área libre para adultos que además de darle vida al lugar también les brinda una mejor calidad de vida a sus lugareños.
“Estamos contento porque todo lo que hagan a favor, hay que cuidarlo y por lo menos le están dando mantenimiento todos los lunes”, externó Alejandro Peña en la José Contreras con calle Principal.
Al margen de esa facilidad, agregó que la peor situación que registra ese cuadrante que culmina en la Italia, es que cuando llueve la zona se convierte en un mar de agua porque los filtrantes no sirven y todo de inunda.
Igual Danny Abraham Santos, quien comandaba una brigada de Mantenimiento Vial Obras Públicas, se ocupaban este lunes de limpiar parte del área del play, frente a la calle Transversal dijo que del pasado martes a este lunes habían sacado más de 700 fundas de basura.
“Estamos arreglando la cancha de vóleibol, vamos por etapa sacamos muchos mendigos que estaban en las cuevas”, comentó Santos.
En el Kilómetro 8 escalera 5 del Barrio Enriquillo, José Ramón García (Melvin) reconoció que camiones recolectores de basura pasan con regularidad, aunque con rapidez la gente vuelve y tira los desechos.
VINCULADA
Farallón se extiende hasta Higüey
El Farallón Sur del DN, abarca desde Punta Palenque, San Cristóbal a Higüey hasta la zona de los Bueyes, y mide 175 kilómetros de extensión.
“En su haber hay más de 300 a 400 cuevas, muchas de ellas con manifestaciones rupestres- petroglifos tanto las que aparecen en el Distrito Nacional como las de Boca Chica, La Romana, San Pedro hasta Boca de Yuma”, externó Domingo Collado Abreu, quien preside la Fundación Espeleogrupo.
Puso de relieve que muchas de esas cavernas fueron utilizadas por los aborígenes por estar cerca del mar y porque les sirvieron de refugio y durante muchos años como viviendas.
En varios sitios como Honduras del Oeste restos arqueológicos, que fueron estudiados por expertos.
Espeleogrupos ha trabajado unas 150 cuevas del farallón, algunas con conectadas con el Llano Acuífero del Llano Costero Sub Oriental y algunas tienen arroyos que bajan y siguen subterráneas hasta el mar, como el Lago el Pedregal, detalló Collado Abreu, quien destacó que Los Tres Ojos forma parte de ese sistema, algunas respetadas y usadas como balnearios y otras vandalizadas, a sabiendas de que pueden ser muy útiles cuando se agoten las aguas de los ríos del D.N.
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