Entre los seguidores de los partidos que competirán en los comicios municipales de febrero se observa un aire de triunfo que parece no estar preparados para una posible derrota. Los números de las encuestas que divulgan algunas organizaciones políticas difieren considerablemente, inclinando las preferencias hacia cada uno de los bandos.
Es decir, que los resultados reflejan la realidad político-electoral que quieren vender cada fuerza política, como forma de auspiciar una percepción que quedará develada con el certamen de febrero, en caso de las alcaldías, y también en mayo, cuando se elijan el presidente, vicepresidente y los nuevos inquilinos del Congreso Nacional.
Las prédicas del triunfalismo entre los adeptos de los partidos de la Liberación Dominicana, Revolucionario Moderno y de La Fuerza del Pueblo se escuchan por todos los confines del país.
¿Y si la realidad es otra? Es decir, que el PLD no pueda retener el poder, que todo es país.
Pero si la oposición no logra llegar al Palacio Nacional, ¿qué pasará con el triunfalismo? Entonces, viene la fatiga de asumir una derrota a la que los partidos no están preparados.
La oposición
Los partidos que adversan al PLD para los venideros comicios mantienen en permanente vigilancia a la Junta Central Electoral, ya sea por la auditoría forense a los equipos que se usarán en el voto automatizado y ahora también con el tema de la impresión de las boletas.