Muchos fanáticos constantemente me abordan para quejarse de los cambios que presentan las narraciones y comentarios que se producen en los juegos de la actualidad.
Es creciente la cantidad de amantes del béisbol local que me comentan que prefieren colocar las transmisiones de los juegos de televisión en “mute” (volumen apagado), debido a los comentarios sin sentido y fuera de la acción del partido que se está desarrollando.
La mayoría de los que me aborda resalta la falta que le hace los comentaristas y narradores del pasado, quienes recreaban los juegos, sin ‘vocear tanto’ y sin salirse del partido con saludos innecesarios y sin ‘chercha farandulera’.
La clase que vivió de los narradores y comentaristas del pasado la disfrutó al máximo.
Era una delicia escuchar un juego con las voces de Mario -Cuchito- Álvarez, quien hacía una combinación excepcional con el cubano Rafael Rubí, el As Félix Acosta Núñez, el internacional Billy Berroa, Lilín Díaz, Jorgito Bournigal, Max Reynoso, Fidencio Garris, Héctor-Bullo- Stefany, Tomás Troncoso, Papi Pimentel, Danilo Domínguez, Roosevelt Comarazamy, Guillermo Henríquez, Ramón de Luna, Papi Pimentel, Mendy López, Juan Báez, los hermanos Johnny y Ramón Naranjo, Guelo Tueni y Mickey Mena.
Todos llenaron una época de oro que ayudó al crecimiento y fortalecimiento del torneo de béisbol profesional del país con sus animaciones desde la narración y los comentarios.
Los fanáticos de la época actual también disfrutan de narradores y comentaristas que hacen su trabajo con seriedad y eso los distingue.
En la lista están Santana Martínez, Kevin Cabral, Radhamés González, Osvaldo Rodríguez Suncar, Ernesto Kranwinkel y Lester McKenzie.
En el béisbol de Grandes Ligas se han cuidado bastante de la forma en que las recreaciones de los partidos lleguen a los fanáticos, que son los que consumen las promociones, que al final son las que generan los ingresos económicos.
Una muestra es que las transmisiones de ESPN, compuesta por el dominicano Ernesto Jerez, Guillermo Celis y Jorge Eduardo Sánchez, con el soporte del dominicano Enrique Rojas y Carolina Guillén en el terreno, no tienen desperdicios. El enfoque está centrado en todo lo que sucede en el terreno y por eso los seguidores disfrutan de su trabajo sin necesidad del poner el “mute”.