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Impuestos a remesas podría restar US$100 millones a ingresos hogares

Tendencia de remesas

Las familias de menores ingresos son las más beneficiadas por las remesas y podrían ser las más afectadas con aplicación de impuesto de EE.UU.

Santo Domingo.-La remesa representa un sustento fundamental para miles de familias dominicanas que reciben apoyo de hijos o parientes residentes en el extranjero. En los últimos 15 años, el país ha recibido más de US$99,500 millones en remesas familiares, siendo Estados Unidos el principal origen de estos recursos.

De hecho en los últimos años las remesas mantienen su importancia para economía alcanzando una participación del Producto Interno Bruto de 8,1%, según estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.

Solo en el último año, las remesas alcanzaron los US$10,756.0 millones, lo que representó un incremento de US$598.8 millones, equivalente a un crecimiento del 5.9 % respecto al 2023.

Las proyecciones para este año estiman que las remesas se ubicarían alrededor de los US$11,000 millones. Esta cifra se vería impactada a partir del próximo año, cuando entre en vigencia el impuesto del 1 % a las remesas enviadas desde Estados Unidos. Si tomamos ese monto como referencia, la aplicación del impuesto implicaría una reducción de US$110,000 (ciento diez mil dólares estadounidenses).

Durante el período 2010–2018, el flujo de remesas se comportó de manera moderada, alcanzando los US$6,494.1 millones en su punto más alto antes de la pandemia. Sin embargo, el COVID-19 marcó un antes y un después. En 2020, contra todo pronóstico, las remesas crecieron más de un 16 %, sumando US$8,219.3 millones, impulsadas por la solidaridad de los migrantes y programas de apoyo económico en los países como Estados Unidos.

Esta tendencia se mantuvo, y en 2021 se registró el mayor crecimiento histórico, con un incremento superior al 25 %, alcanzando los US$10,402.5 millones. Esta cifra fue superada en 2024, cuando las remesas totalizaron US$10,756.0 millones.

El impacto de las remesas es particularmente significativo entre los hogares de menores ingresos. De acuerdo con datos del Banco Central, en el quintil I (que es el de menor ingreso), las remesas representan el 16.2 % del ingreso mensual, los cuales usan para pagar casa, comida, pagar servicios y otros bienes y servicios.

En el caso del quintil II, también tiene un gran valor alcanzado el 13.1 % de los ingresos del hogar; y en el quintil III, el 10.6 %. Incluso en los quintiles IV y V, de mayores ingresos, las remesas constituyen el 8.1 % y 4.5 %, respectivamente, cifras que superan por mucho la contribución de los programas de asistencia social del Gobierno, que apenas representan el 0.1 % del ingreso total de los hogares.

Cuando se revisan las naciones desde las que se envían los recursos, Estados Unidos encabeza la lista, desde el 2010 hasta el 2023 desde ese país llegó el mayor flujo de remesas, pasando de tener una participación de 66.4 por ciento a 85.7%, según estadísticas del Banco Central en la que muestra que la segunda nación que se enviaron las remesas es España, aunque esta última muestra una caída en su participación pasando de tener una participación de 12.1% en el 2010 a 5.7% en el 2023.

¿Quiénes mandan más dinero?

En términos de género, durante el período enero-diciembre 2023, el 47.4 % del total de remesas fue enviado por mujeres, y el 52.6 % por hombres. Esta proporción se mantuvo similar al año anterior, donde las mujeres remitieron el 46.8 %.

Respecto al tipo de moneda en que se realizan los pagos, en 2023 el 61.7 % de las remesas se pagó en dólares estadounidenses y el 38.3 % en pesos dominicanos. En 2022, el pago en dólares fue mayor: 65.7 %, lo que sugiere un leve cambio en la preferencia de pago.

A nivel regional, la República Dominicana figura entre los países que más remesas reciben en América Latina. En 2023, el país tuvo un crecimiento de 3.1 %, comparado con otros como Guatemala (9.8 %), México (8.1 %), Colombia (7.0 %), y Honduras (6.0 %), según los registros comparativos del mismo período, en informe del Comportamiento de las Remesas.

Según un estudio «Las remesas a América Latina y el Caribe en 2024: disminuyendo el ritmo de crecimiento» del Banco Interamericano de Desarrollo, (BID), República Dominicana y Jamaica mostraron las tasas de crecimiento Caribe más bajas de esta subregión, debido a la estabilidad económica y crecimiento que se observan en estos países.

El ingreso de remesas en países caribeños representó el 11,6% de las remesas recibidas por la región de América Latina y el Caribe , participación similar en el 2023.
Para el Caribe, las remesas agregadas de esta región también provienen en su mayoría de Estados Unidos (50,4%), pero en este caso, también se observa una participación significativa de las remesas provenientes de Canadá (10,2%). Para el caso de Haití, también resaltan las remesas que se catalogan como provenientes de “Otros países” (17,7%) de los que una parte importante provienen de República Dominicana.

Nueva política podría revertir tendencia de remesas

Sin embargo, un nuevo factor podría modificar este comportamiento. La reciente aprobación en el Senado de Estados Unidos del plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, que incluye un impuesto del 1 % a las remesas enviadas al extranjero, genera preocupación. Aunque originalmente se contemplaba un gravamen del 5 %, finalmente se estableció en 1 %. No obstante, economistas locales advierten que esta medida, que entraría en vigor a finales de este año, podría afectar negativamente a miles de hogares dominicanos.

El economista Rafael Espinal considera que la aplicación del impuesto reducirá el flujo neto de remesas y podría fomentar el uso de canales informales, como el envío de dinero por viajeros o remesadoras no reguladas.

Por otro lado, el economista Juan del Rosario explica que el impacto se daría por dos vías: por un lado, el receptor recibiría menos dinero (por ejemplo, US$99 en vez de US$100); y por otro, si el remitente decide absorber el costo del impuesto, vería reducida su capacidad de consumo en el país donde reside.

Del Rosario también advierte que la medida se da en un contexto difícil para los dominicanos en EE. UU., con una economía debilitada y una política migratoria más restrictiva. La incertidumbre y el riesgo de deportación están afectando la estabilidad de muchos migrantes, lo que podría comprometer su capacidad de seguir enviando remesas de forma constante.

Según sus estimaciones, por cada persona deportada, el flujo de remesas se reduce en al menos 0.05 %, una cifra aparentemente baja, pero significativa a gran escala.

“El actual aumento en los envíos podría interpretarse como una respuesta anticipada ante el temor de perder acceso a los recursos o ser deportados”, expresó Rosario.

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Dilenni Bonilla

Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con diplomados en Comunicación Estratégica, Economía, Finanzas y Fondos de Pensiones.

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