SANTO DOMINGO.-“Ayyy Dios como me voy a hacer si de tres niñas me quitan a la más chiquita. La justicia tiene que hacer que paguen por lo que han hecho, mataron mi angelito que yo quería”.

Esa era el lamento de Ramón Antonio Pérez Espinal padre de la menor violada y posteriormente asesinada en la comunidad La Barranca de Santiago.

Escenas de dolor y un gran pesar se evidenciaban en los rostros de familiares y amigos que acudieron al cementerio municipal de Las Charcas a dar el último a diós a la pequeña Yaneisy Rodríguez, cuyo cadáver tuvo que ser enterrado tan pronto fue entregado debido al avanzado estado de descomposición en que fue hallado.

Parte del trayecto entre la casa de la víctima y el colmado al que fue enviada por su madre, el cual carece de iluminación nocturna.

Dos hermanas de la pequeña, de siete y cinco años respectivamente, colocaron flores y observaban el ataúd donde reposaban sus restos, aparentemente confundidas por la situación, mientras que su padre tildaba de irresponsable la madre de la menor fallecida.

Previo al sepelio se originó una discusión entre familiares de la víctima, quienes se culpaban mutuamente por lo sucedido. Yanery Altagracia Rodríguez, madre de la pequeña, no se presentó al sepelio a pesar de que fue dejada en libertad la noche del miércoles. Sin embargo, podría ser citada nuevamente por las autoridades policiales durante el curso de las investigaciones.

La pequeña desapareció el pasado sábado alrededor de las 10:00 de la noche cuando esta fue enviada por su madre a comprar algo a un colmado a unos 200 metros de distancia de su vivienda, trayecto que carece de iluminación, constataron reporteros del periódico EL DÍA..

Asesinos confiesan

El adolescente de 16 años señalado como uno de los autores del crimen y quien además es pariente de la víctima, posee un proceso abierto en la justicia por haber abusado sexualmente de otro menor de edad hace dos años, confirmó a EL DÍA una fuente.

El menor habría abusado sexualmente y ultimado a golpes a la pequeña Yanesy en contubernio con Franklin Fernández Cruz (Guile), de 31 años, quien negó haber participado en el homicidio, pero admitió haber intentado abusar sexualmente de la pequeña de apenas cuatro años de edad.

“No fui yo que la mate, fue el menor, él me la llevó donde yo estaba acostado, yo estaba borracho y la intenté penetrar, yo lo ayudé a botarla”, narró fríamente Fernández Cruz (Guile), mientras era conducido por los investigadores.

Las autoridades revelaron que Franklin Fernández Cruz condujo a los investigadores de la Policía hasta el lugar donde fue abandonado el cadáver.

Investigación

— Policía
El vocero de la Policía en la región del Cibao, coronel Juan Guzmán Badía, indicó que los investigadores se encuentran a la espera de los resultados de la autopsia para determinar las causas de su muerte y otros abusos.