Tener algo de fe en la capacidad de Venezuela de evitar un impago rinde buenos frutos.
En momentos en que los bonos del país estaban cerca de un bajo nivel histórico a comienzos de año, inversores como Goldman Sachs Asset Management y el fondo de cobertura Constellation Capital Management dijeron que aumentaron su tenencia de los pagarés al apostar a que Venezuela podría reunir suficiente financiamiento para pagar su deuda, al menos a corto plazo.
Eso es lo que ha hecho el país, que se ve afectado por el derrumbe de los precios del petróleo. Ha canjeado algunas reservas de oro por US$1,000 millones y pronto podría contar con dinero de lo que adeuda Jamaica por envíos de crudo.
Eso ha llevado a los operadores a reducir las apuestas a un impago, lo que contribuye a impulsar un salto de 22% de los bonos este mes, el mayor aumento entre los países en vías de desarrollo. “Por lo que parece, los problemas de liquidez a corto plazo se diluyen uno tras otro”, dijo Jean-Dominique.