Los actos violentos que han ocurrido en los últimos días en centros educativos y que involucran a estudiantes, reflejan que en las escuelas hay falta de supervisión, tanto de los profesores, como del personal de seguridad y de los adultos que trabajan en los planteles.
El país ha visto cómo dentro y fuera de las escuelas, han sucedido actos violentos que hasta han terminado con vidas de estudiantes y causado lesiones.
Se les señala a algunos de los jóvenes involucrados ser parte de bandas que posiblemente no se forman en las escuelas.
Ahora bien, dentro de los recintos y en el torno, se supone que debe existir un orden, que de no cumplirse por inconductas, se debe hacer cumplir de una u otra manera por el personal que representa la autoridad, pero además, por la Policía Escolar, que representa la autoridad estatal.
Enemigos ocultos
El siguiente operativo que realicen las autoridades debería ser a los mismos que han aprovechado su investidura de autoridad para actuar en favor de los delincuentes que lideran bandas criminales, como ha salido a relucir con la Operación Halcón IV, que tiene involucrados a varios agentes de diferentes organismos. Trabajando de esa manera, los esfuerzos de quienes se sacrifican por hacer las cosas bien, quedarán siempre desvanecidos cuando desde la casa hay quienes están jugando en contra.