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Falta de fondos pone en crisis ayuda alimentaria en Estados Unidos

  • La suspensión del presupuesto de la ayuda alimentaria pone en riesgo a 42 millones de estadounidenses. Salud. El gran perjudicado es el llamado Obamacare o Ley de Cuidados de Salud.

WASHINGTON.-Casi 42 millones de personas en Estados Unidos dependen del programa SNAP para alimentarse. Pero, los recursos que lo financian quedaron congelados este 1 de noviembre por el cierre del Gobierno federal, que alcanzó su día 32 de crisis. La administración Trump decidió no usar los fondos de emergencia a la espera de “dirección legal adecuada”. Este es el impacto humano del choque por el plan de gastos de 2026.

Los SNAP son una transferencia de más de 8,000 millones de dólares mensuales que el Gobierno federal hace a los estados, a través del Departamento de Agricultura, para que estos a su vez los distribuyan entre los beneficiarios mediante contratistas externos. Los destinatarios de esos fondos son hogares con ingresos por debajo del 130 % de la línea federal de pobreza.

Al menos cinco estados (Delaware, Nuevo México, Luisiana, Virginia y Vermont, además del Distrito de Columbia) han anunciado que usarán sus propios recursos locales para cargar los fondos correspondientes a la ayuda alimentaria de SNAP, en algunos casos de forma parcial. Pero el Departamento de Agricultura ya les ha advertido que no les reembolsará los fondos que usen para cubrir el beneficio.

Otros estados, como Ohio y Tennessee, donde viven Destiny y Roma, no pueden asumir las ayudas, ya sea porque no disponen de los recursos, o bien porque no tienen las vías técnicas para hacerlo. “Tennessee no puede utilizar dólares estatales para proporcionar el beneficio, ya que los estados no tienen un mecanismo para cargar beneficios en las tarjetas de los clientes”, explicó el gobernador de ese estado, Bill Lee, en un comunicado publicado el 24 de octubre.

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“SNAP aporta más de 210 millones mensuales en fondos federales. El presupuesto estatal no puede absorber ni siquiera un mes de fracaso federal”, explicó en su portal oficial el Departamento de Asistencia Transitoria de Massachusetts.

Otros estados, como Virginia, tienen la opción de usar su superávit presupuestario para cargar semanalmente los beneficios de SNAP, pero el gobernador Glenn Youngkin advierte que el plan es una provisión solo por el mes de noviembre. Los recursos de SNAP van de los 4,9 millones de dólares que recibe Wyoming hasta los más de 1,000 millones que se asignan a California.

Opciones ante la crisis
El distrito escolar de Charlotte-Mecklenburg, en Carolina del Norte, así como miles de otros en Estados Unidos, ha puesto a disposición de la comunidad escolar una lista de opciones solidarias, como bancos de comida gratuita, distribuida por iglesias y organizaciones de caridad.

Otros estados, como Arkansas, han desplegado campañas alentando a la comunidad a donar, en gran medida porque las despensas solidarias ya están al límite, en un contexto de aumento del hambre en Estados Unidos. “Hagamos todo lo posible para apoyarnos unos a otros para que ninguna familia pase hambre”, pide en su página web el Departamento de Servicios Humanos de Arkansas.

La iglesia Palabra de Vida de la Comunidad Cristiana Internacional en el Bronx, Nueva York, ya cuenta por centenares los nuevos solicitantes que se suman a sus habituales largas filas para retirar bolsas de comida gratuita. “Esto es más que una crisis”, le dijo a la agencia AP el reverendo John Udo-Okon, que dirige la despensa de alimentos de ese templo. “En este momento, puedes ver la desesperación, puedes sentir la frustración por la que está pasando la gente”.

“La gente está nerviosa, asustada”, advierte Jill Corbin, directora del comedor de beneficencia y despensa de alimentos de San Vicente de Paúl en Norwich, Connecticut. “Es como si todo se estuviera desmoronando al mismo tiempo”.

Efectivamente, no solo el programa de alimentación ha sufrido las consecuencias del cierre. El otro gran perjudicado es el llamado Obamacare o Ley de Cuidados de Salud Accesibles, que perdió los subsidios federales de los que gozaba desde los tiempos de la pandemia. Los nuevos costos comenzaron a aparecer publicados en Mercado de Salud, la agencia que administra las pólizas, y los incrementos promedian el 25 %, pero en algunos casos hacen que las primas se dupliquen.

Adicionalmente, el segundo cierre del Gobierno federal más largo en la historia de Estados Unidos ya está trayendo como consecuencia demoras y cancelación de centenares de vuelos, ante la falta de controladores aéreos.

Disponibilidad
—Presupuesto Independientemente del congelamiento del presupuesto federal, Trump pudo usar fondos de contingencia por 3,000 millones de dólares para cubrir parte del SNAP.

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