Las instituciones públicas tendrán que revisar a profundidad sus protocolos de seguridad, que en cierta medida han sido alterados por el populismo y las presiones del “qué dirán”.
El caso del asesinato de Orlando Jorge Mera por parte de una persona de su entera confianza confirma que las excepciones son los mayores problemas en materia de seguridad.
A la entrada del edificio del Ministerio de Medioambiente hay un detector de metales, por donde debió pasar el ahora homicida.
O se le permitió pasar fuera del detector o no lo revisaron cuando el detector sonó o el detector está dañado. Definitivamente, en muchos puntos hubo fallos en la seguridad del Ministerio y de la seguridad propia del ministro.
Cuidado extensivo
Las revisiones de los protocolos de seguridad deberán incluir que hay situaciones en las que el funcionario no se debe a sí mismo, pues cualquier situación en la que se vea envuelto afecta al Estado.
El presidente, los ministros y funcionarios de primera línea no son autónomos en materia de seguridad y así debe entenderlo la Seguridad.