Lou Brock, leyenda de los Cardenales, muere a los 81 años

Lou Brock, leyenda de los Cardenales, muere a los 81 años

Lou Brock, leyenda de los Cardenales, muere a los 81 años

Brock se robó un total de 938 bases en su carrera, incluyendo 118 en 1971 — cifras que fueron récords en las mayores hasta que fueron rotas por Rickey Henderson.  

NUEVA YORK.— Lou Brock, el emblemático primer bate y veloz robador de bases que ayudó a los Cardenales de San Luis a ganar dos títulos de la Serie Mundial en la década de 1960, ha fallecido. El miembro del Salón de la Fama tenía 81 años.

Dick Zitzmann, agente y amigo de Brock desde hace años, confirmó el deceso, pero dijo que no podía proporcionar más detalles. Los Cardenales y los Cachorros guardaron un minuto de silencio en memoria del jardinero previo a su encuentro en el Wrigley Field.

Brock perdió una pierna a causa de la diabetes en los últimos años y le diagnosticaron cáncer en 2017.

“Lou Brock fue uno de los miembros más queridos en la organización de los Cardenales de San Luis y uno de los mejores en lucir (el logo) de los pájaros en el bate”, añadió el director ejecutivo de los Cardenales Bill DeWitt Jr. en un comunicado. “Le echaremos de menos y siempre le recordaremos”.

Brock llegó a San Luis en junio de 1964, como parte de un canje con los Cachorros por el pitcher Ernie Broglio, en lo que se convirtió en uno de los canjes más desequilibrados del deporte.

“Lou fue un destacado representante de nuestro pasatiempo nacional y lo extrañaremos profundamente”, dijo el comisionado de las mayores Rob Manfred en un comunicado.   La muerte de Brock se produjo luego de que el estelar pitcher Tom Seaver falleció el lunes. Brock y Seaver se enfrentaron 157 veces, el enfrentamiento más prolífico para ambos en sus carreras.

Brock se robó un total de 938 bases en su carrera, incluyendo 118 en 1971 — cifras que fueron récords en las mayores hasta que fueron rotas por Rickey Henderson.

Junto con el abridor Bob Gibson y el jardinero central Curt Flood, Brock fue uno de los pilares en la alineación de San Luis. La combinación de velocidad, defensa y pitcheo les convirtieron en uno de los equipos más completos de la década de 1960 y un símbolo del estilo más agresivo de la Liga Nacional en ese entonces, respecto a la Liga Americana.

“Hay dos cosas que recordaré más sobre Lou”, dijo en un comunicado Ted Simmons, también miembro del Salón de la Fama y quien fue compañero de Brock con los Cardenales. “Lo primero es su sonrisa. Dondequiera que estuvieras en una habitación con Lou, no te la podías perder, era la sonrisa más grande, brillante y vibrante de la Tierra. Lo otro es que seguramente estuvo lesionado en numerosas ocasiones, pero nunca en toda mi vida supe si estaba jugando con una lesión”.

Los Cardenales ganaron la Serie Mundial en 1964 y 1967, y perdieron en siete juegos ante los Tigres de Detroit en la edición de 1968. Los equipos rivales eran advertidos de evitar que Brock se embasara, sobre todo en 1967 y 1968, años en los que la producción ofensiva mermó y en los que una solitaria carrera podía significar la victoria. Pero el veloz izquierdo se mantuvo siempre como un consistente robador de bases y productor de carreras.

Con un promedio de por vida de .293, lideró ocho veces la liga en robos, anotó 100 o más carreras en siete ocasiones y amasó 3.023 hits.

Brock brilló más en la postemporada, con un promedio de .391 con cuatro jonrones, 16 impulsadas y 14 robos en 21 juegos de la Serie Mundial. Empató el récord al conectar 13 hits en la Serie Mundial de 1968, disparando jonrón, triple y doble en el cuarto juego de una paliza 10-1 ante Detroit y Denny McLain, un ganador de 31 partidos.

AP