Expresar y demostrar

Todo en la vida implica trabajo y dedicación. Aquello a lo que no le dedicamos el mayor de los esfuerzos no funciona o no permanece. Y en este caso quiero hablar de las relaciones personales. Tiene que nacer de muy dentro el querer cuidar, mimar y nutrir los nexos que tienes con las personas que aprecias.

Dar por sentado que siempre van a estar ahí es una postura bastante egoísta porque al final todos necesitamos que se nos dedique tiempo de calidad.

Es muy importante tener claras las prioridades en ese sentido y a pesar de tener cerca a personas incondicionales es quizá a las que más hay que regalar esos momentos, esos detalles que les recuerden lo importantes que son para ti.
Creo firmemente en verbalizar las cosas, en expresar los sentimientos con palabras y con acciones.

Hay que evitar dar las cosas por sentado, creer que quien te quiere tiene la obligación de hacerlo pase lo que pase y que por eso no es necesario transmitirle las cosas o tenerlos siempre presente.

De repente un día esa persona no está o se aleja y empiezas a preguntarte qué pasó. Y todo esto hay que hacerlo no desde el apego, que implica necesidad, sino desde el sentimiento más puro de querer que esa persona sea feliz y sepa lo mucho que la quieres y lo que significa para ti.

A veces cosas simples mueven montañas y dejan una sonrisa en la otra persona que hace que su día sea un poco mejor.

Y al final te das cuenta que regalar amor, devuelve amor. Que saber muy bien quienes son tus pilares hace que permanezcan y, sobre todo, expresar lo que sientes te hace sentir pleno, dichoso y feliz de saber que hay personas que quieres y te quieren.