SANTO DOMINGO.-“Por más elevado que sea el presupuesto de un ministerio de educación, nunca será suficiente para afrontar las necesidades de las escuelas”.
Así habla Manuel Vidal (Manny) Ramírez, uno de tres dominicanos en Estados Unidos, que ocupa la posición de superintendente de Educación del Distrito 6 de New York desde el 2014, con más concentración de criollos en ese territorio.
Retomando la idea que recién se socializó de recortarle aquí el presupuesto al Ministerio de Educación, y justo al inicio del año escolar 2023-24, el profesional deploró una denuncia de El Seibo en que los niños tomaban clases bajo un árbol por la falta de terminación de un plantel.
Esa situación para él, no justifica el que se quiera limitar el presupuesto al Minerd, lo que entiende es que debe haber un uso eficiente de los recursos, más supervisión y personal responsable para evitar que situaciones como esas, que se repiten en estos tiempos.
“Si en New York un perro cruza una escuela y muerde un niño, de inmediato la investigación comienza… cuándo esa verja se rompió, por qué no fue informado al director o al superintendente, ahí empieza a establecerse responsabilidad”, comenta de forma jocosa el académico.
Radiografía
Haciendo una radiografía del sistema educativo dominicano en visita reciente al país, el experimentado académico, que tiene cargo la supervisión de 38 escuelas, que concentran más 15 mil estudiantes en la Gran Manzana, sostiene que cada centro debe tener y manejar el presupuesto que necesita en base a las exigencias del entorno para afrontar sus necesidades, como además cita aspectos que debe conjugar el mismo.
Escuela ideal
“Sin prioridad alguna, entre los aspectos que hacen que una escuela sea efectiva esta el involucramiento de los padres en la educación de sus hijos, que esté en contacto con el centro (sea presencial o virtual).
Igual que hay una cultura de progreso en donde los docentes no esperen el final de año para decir que reprobaron la mitad de los alumnos, sino que exista un calendario para que de forma constante se observe el progreso de los estudiantes y se impulse un programa serio y personalizado sobre la formación de los docentes”.
Estudiante Vs. dinero
Manny Ramírez, quien tiene una función similar a la de un director regional en el país, cuenta en base a su experiencia, que en las escuelas cada estudiante tiene un valor en dinero asociado.
Si una academia tiene mil alumnos su presupuesto es el doble de otra que tenga 500, si imparte programas de inglés u otro idioma tendrá un 15 por ciento más, igual si incluyen educación especial, porque requiere más profesores.
Asegura que los planteles deben manejarse de forma descentralizada, aunque no con un presupuesto antojadizo, sino el que que funcione bien, y los directores conocen más que los administradores centrales lo que requiere cada plantel, dependiendo del entorno y las circunstancias. Allá, suplen todo a los participantes.
Manny supervisa y apoya a las escuelas a cargo, observa que las políticas, programas de capacitación para todos los profesores, las medidas de seguridad en los planteles se cumplan y que haya un programa que integre a la familias en la formación de los estudiantes.
Como líder de ese condado se propone que los planteles cuenten con las facilidades para implementar cualquiera de sus iniciativas, en cambio, cuestiona las debilidades que observa en el sistema dominicano, es que cuando se nombra un director escolar o regional, se cifra la esperanza de que va a funcional en vez de prepararlo para que sea efectivo.
Recuerda que cuando lo elevaron de principal a superintendente duró tres años, asistiendo dos veces al mes a entrenamientos y diez años después, una vez al mes para seguir entendiendo los factores que hacen más efectiva la escuela .
Manny entiende que aquí existe la cultura de servir más a la educación de adultos que a los niños; escuchó el conflicto sobre los textos y entre las editoras y el Minerd y observa que nadie explica el porqué los suyos son mejores, es decir, ¿quién determina cuales son más rigurosos, actualizados o efectivos?
Para él, la pregunta es ¿Cuáles son mejores para los estudiantes y las familias? “Ellos son nuestros clientes y nuestro producto debe ser para servirles a ellos”, puntualiza Manny.
Facilidades
—1— Infraestructura.
Deben tener acondicionadores de aire central, tecnología, laboratorios, gimnasios, accesos para niños especiales, y áreas de juegos y verde.
—2— Personal
Un administrador por cada mil estudiante, un director y 4 asistente; y sí es del nivel secundario, un personal que conecte jóvenes con las universidades, y trabajadores sociales.
Dinámica que garantiza la funcionalidad escolar
Acción. Cuenta el educador, que con regularidad se reúne con los principales de los centros y socializan las necesidades para las tomas de decisiones, y las discuten con un equipo líder que incluye a padres.
“Las escuelas aquí no las veo que trabajan como un ecosistema de la comunidad, sino como una entidad separada y está siempre en conflicto”.
Manny, inició un programas de preparación de “coaching” para instruir a directores regionales y directores de las escuelas en diversos países; adelantó que podría hacerlo aquí para fortalecer la formación en las escuelas.