México.- La proteína y los minerales que se dice deben obtenerse de los animales son innecesarios y obedecen a “mitos sociales” reproducidos a lo largo de los siglos, dijo Efe la experta en nutrición Ametzin Acosta.
Cuando se ingiere carne, al cuerpo entra “un cadáver que lleva días en estado de putrefacción” y debe hacer un proceso costoso en el que descompone la proteína en aminoácidos para volverla a formar, algo que no ocurre cuando se ingieren alimentos vegetales.
El cuerpo humano requiere de 8 aminoácidos esenciales que no puede generar por sí solo y que necesita obtener alimentándose.
La carne presenta esos 8, mientras que los alimentos de origen vegetal únicamente tienen 7, una de las razones fundamentales por las que médicamente se ha recomendado comer carne.
Sin embargo, la dueña de Ecorazón, una tienda especializada en México en alimentación saludable y consciente, explicó que “la proteína se forma a partir de estos aminoácidos esenciales como si fueran juntándose piezas de rompecabezas».
Cuando se ingiere carne, “no hay forma de que una proteína que venga de una parte específica de un animal se vuelva proteína de cuerpo humano” de forma directa, sino que debe descomponerse y después formarse para que sí le sirva al cuerpo humano, “un proceso por el que se paga un precio muy alto».
Por ello, “si desde un inicio metemos aminoácidos de forma correcta, estamos dándole al cuerpo materia prima para que él solito pueda crear las proteínas correctas».
Un ejemplo de ello es combinar una leguminosa como el fríjol -que tiene 7 aminoácidos esenciales- con un cereal como el maíz, que tiene otros 7 aminoácidos esenciales, entre ellos el que le falta al fríjol.
De este modo, “no tiene que desgastarse tanto el cuerpo humano en deshacer una proteína” y, además, se ahorra adquirir las toxinas de la carne que a la larga “provocan colesterol alto, enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes».
El animal tarda de 24 a 48 horas a salir del cuerpo humano, ya que el ph -más alcalino que el de otros mamíferos- dificulta la descomposición del alimento.
De hecho, el borrego presenta 19 % de proteínas y la res 21 %, mientras que la calabaza 37 % y la espirulina 64 %. Se desmitifica así la idea de comer carne para cubrir las necesidades del organismo.
“Algunas de las comunidades más longevas del planeta tienen una dieta vegetariana”, afirmó la especialista, ejemplificando que llegan a vivir hasta 120 años, dado que “no tiene que desgastarse tanto el cuerpo en deshacer la proteína para volverla a formar».
En el caso de los minerales, como el hierro, que debemos obtener de la carne, los mitos siguen, materializados fundamentalmente en la leche de vaca.
La especie humana es el único animal que toma leche después de la fase de lactancia, obteniéndola además de otra especie, un acto que la experta calificó de “perverso».
“Que los minerales se necesitan obtener de un animal es totalmente un mito, los minerales vienen de la tierra o del agua, vienen de este planeta, son parte de este planeta”, aseveró.
La cantidad de calcio presente en la leche de vaca es de 119 miligramos por cada 100 gramos, mientras que alimentos como el ajonjolí presentan 927 miligramos en la misma cantidad.
En el caso del hierro ocurre lo mismo, “los oligoelementos que necesitamos están en un mineral que se toma básicamente de la tierra o de las aguas”, apuntó.
“El calcio está en los sustratos al igual que el hierro. La forma correcta de obtenerlos es tomar agua, alimentos de fuente vegetal de lugares que sí hayan sido fertilizados y de ahí obtener las dosis correctas de minerales que sí son súper importantes para la vida humana”, enfatizó.