La excitación sexual involucra al cerebro, hormonas, nervios, músculos, vasos sanguíneos y las emociones. Por tanto, es una respuesta sexual compleja que tiene relación directa con la mente y los genitales.
Puede ser que se desee una actividad sexual y el cuerpo no responda con la erección en el hombre o la lubricación en la mujer y viceversa, que el hombre haga una erección involuntaria o la mujer se excite y lubrique sin desear en ese instante una actividad sexual.
Desde este ángulo llamo la atención para que se entienda la razón de que una persona que está siendo tocada por alguien a quien no desea, puede su cuerpo responder excitándose y hasta tener orgasmo. De ahí, la carga emocional y la culpa de algunas víctimas de abuso y violación sexual.
La disfunción eréctil o la impotencia en el hombre y los trastornos de lubricación y la hiperexcitabilidad en la mujer, son los trastornos de excitación que no permiten un buen desempeño y buena gratificación en la intimidad sexual.
Causas físicas y psicológicas, medicamentos y algunas situaciones a las que no se da importancia, pero quela tienen.
Son causantes de esas disfunciones las enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, trastornos hormonales, lesiones de la médula espinal y en la zona pélvica, cirugías, algunos medicamentos utilizados para el cáncer y otras afecciones (hipertensión, diabetes, depresión), trastorno neurológicos, abuso de tabaco o de alcohol y otras drogas no legales y problemas en la relación de pareja (comunicación inadecuada ya sea cotidiana o sexual, estrés y/o ansiedad provocadas por la interacción en la pareja).