Evolución de la cirugía de cáncer de mama a través del tiempo
En la actualidad, existen más facilidades para tratar el cáncer de mama cuando se encuentra en sus estadios iniciales, y descubrir el cáncer en etapas tempranas ha sido un logro no sólo de los médicos, sino de la sociedad en general, y de los Estados, que se han comprometido para tal fin.
Desde la segunda mitad del siglo pasado ocurrieron en el mundo, tanto científico como social y político, varios acontecimientos que hicieron cambiar no solo la visión de la actividad quirúrgica, sino la visión del ser humano como tal, y específicamente de la mujer, en quien recae la mayoría de los cánceres de mama.
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Según Pedro Báez, cirujano oncólogo en el Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), en el ámbito científico se han dado varios acontecimientos que contribuyeron a cambiar el paradigma del tratamiento de este tipo de cáncer.
Cura con radioterapia
Tal vez, el primero de esos acontecimientos sería el reporte de la Fundación Curie, de París, en 1939, que sugirió que era posible curar pacientes con cáncer de mama utilizando exclusivamente radioterapia.
Báez relata que la escasez de cirujanos luego de la Segunda Guerra Mundial obligó a los radioterapeutas a tratar el cáncer de mama con procedimientos quirúrgicos “inadecuados” más radioterapia, y en 1955, el radio-oncólogo escocés R. Mcwhirter publicó su experiencia mostrando resultados semejantes en el control de la enfermedad, tanto con radioterapia como con cirugía, y su razonamiento era que la radioterapia podría ser tan eficaz como la cirugía para tratamiento del cáncer de mama local y regional.
Sin embargo, según Báez, los resultados estéticos siguieron siendo insatisfactorios, debido a los efectos colaterales tardíos de la radioterapia, en particular la fibrosis y la retracción.
Nuevas técnicas
Esa situación se modificó a partir de 1955 con el advenimiento de técnicas de radioterapia revolucionarias, de “tercera” generación, incluyendo aparatos de alta energía: Telecobalto, Betatrones, Aceleradores lineales y fuentes de radiación miniaturizadas para braquiterapia, con radioisótopos producidos artificialmente, como el Iridio 192.
“Estos adelantos permitieron optimizar las técnicas de radioterapia para el cáncer de mama, haciendo posible aplicar dosis curativas y obtener simultáneamente resultados funcionales y estéticos, como la conservación de los músculos pectorales, de piel o la limitación de la disección de los ganglios axilares”, detalla Báez.
La reconstrucción
En 1995, el Colegio Americano de Cirujanos recomendó que ninguna paciente operada de cáncer de mama debía quedar sin reconstrucción, lo cual fue tomado en cuenta por los diferentes estados americanos, creándose una gran cooperación entre las partes involucradas, con el fin de mitigar el impacto negativo que provoca en las pacientes.
“La emancipación femenina, el apoyo estatal y el desarrollo tecnológico lograron producir un cambio en la sociedad que no se sospechaba apenas un par de décadas atrás.
Pero también se desarrolló una carrera que parecía proteger más el resultado estético y emocional de las pacientes, que la preocupación oncológica”, considera Báez.
En el año 2004, la Conferencia de Consenso para el Cáncer de Mama reconocía a la Cirugía Conservadora como el tratamiento estándar para aquellas mujeres con estadios tempranos, entendiéndose como cirugía conservadora la escisión del tumor con márgenes negativos más radioterapia.
“Como estamos hablando de lesiones subclínicas descubiertas por estudios de imágenes, o en el peor de los casos de lesiones de 2 a 3 centímetros, las biopsias abiertas por citología han quedado en el pasado, y se prefieren las biopsias por TRU CUT, o de tejidos, como también se les llama, lo que nos permite evaluar en un primer tiempo las características del tumor primario y los llamados factores pronósticos”, explica el especialista.
La decisión crucial en el tratamiento del cáncer de mama temprano es el deseo de la paciente de conservar su seno.
Como la lumpectomía seguido de radioterapia ha demostrado su eficacia, la tendencia actual es a tratar el cáncer temprano de mama mediante sondas insertadas en el lecho quirúrgico para aplicar braquiterapia en el postoperatorio, asegura el cirujano oncólogo.
Estadios más tempranos de la enfermedad
“A medida que el diagnóstico de cáncer de mama se realiza en estadios más tempranos, disminuye, naturalmente, la afectación en los ganglios axilares.
Por ejemplo, antes en tumores de más de 5 centímetros la positividad ganglionar era de 60 por ciento, pero disminuye en la medida que se descubren cánceres más tempranos, siendo apenas de 3 por ciento en cánceres menores de 5 milímetros o menos”, explica Pedro Báez, quien abordará el tema “Metamorfosis de la cirugía de cáncer de mama” en la XV Jornada Médico Científica Doctor Juan Manuel Taveras.
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