Tanto que le gusta a un dominicano poner en la maleta un chicharrón, un bocado que puede ser hecho en cualquier parte del mundo si se tiene a la mano un poco de carne de cerdo con las características apropiadas.
Pero nos gusta el que se hace aquí, si es posible de un cerdo criado en el patio, mejor.
Ocurre que por la presencia en la isla de la peste porcina africana, no se puede sacar ningún producto derivado de carne de cerdo a ningún otro país.
Esto ha movido a la Embajada de Estados Unidos a lanzar una advertencia a los que se proponen viajar a cualquier estado de la Unión: cero chicharrón, salami, sancocho, longaniza, jamón o tocineta.