Parece que esa clase religiosa ha decidido buscar espacio en el ámbito político y no mantenerse al margen como ha estado durante muchos años.
Lo cierto es que la República Dominicana necesita que sus fuerzas vivas menos cuestionadas, como la religiosa, aporten desde la política para que contribuyan a la recuperación de la confianza ciudadana con la creación de nuevos liderazgos.