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Europa ninguneada

German Marte Por German Marte
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Rusia y Estados Unidos se han sentado en la mesa para negociar una salida a la guerra en Ucrania. Algo que casi todo el mundo desea (menos las industrias y países que viven de la guerra).

En estas conversaciones no participan Europa ni Ucrania. Es como si le hubieran dicho: “tranquilo muchacho, esto es entre hombres. Pásale el teléfono a tu papá”.

O sea, lo que digan los líderes europeos importa poco o nada para Putin y Estados Unidos que, no obstante, le exige que incremente hasta 5 % su gasto en armas.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, encabezaron las delegaciones de sus respectivos países en una reunión celebrada este martes en Riad, la capital de Arabia Saudita.

Se trata de un primer intento por normalizar las relaciones bilaterales entre ambas potencias rotas hace tres años; y también constituye un primer paso para buscar una salida al atolladero en Ucrania.
Aunque rehusaron hablar de compromisos concretos, las partes acordaron en principio, respetar los intereses rusos y norteamericanos.

El próximo paso debe ser trazar una ruta para poner fin a la guerra en Ucrania iniciada con la invasión que Vladimir Putin llamó “Operación Militar Especial” y que ha dejado cientos de miles de muertos, heridos, incontables edificaciones destruidas y miles de millones gastados en misiles, drones, balas, aviones, tanques y asesores de defensa.

Esta reunión se produce apenas días después de una conversación telefónica entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, que evidentemente se entienden muy bien.

Trump había dicho, antes de asumir la Presidencia, que Estados Unidos no iba a seguir apoyando a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia. Y lo que vemos es fruto de esa decisión.

Sin embargo, alguien debe pagar los platos rotos, así sea con tierras raras.
El costo, por lo menos en dinero, tendrá que pagarlo el pueblo ucraniano y el gobierno de Kiev.
A pesar de las bravuconadas de Zelensky, Ucrania tendrá que resignarse a perder casi el 20 % de su territorio, además de renunciar a la península de Crimea que le fue arrebatada ya para el 2014.

Encima de eso, Trump está resuelto a cobrarle a Kiev los más de 67 mil millones de dólares prestados en forma de bombas, tanques y otro tipo de armas.

Entretanto, la Unión Europea, que ha aportado más de 144 mil millones de euros para sostener un conflicto que en nada le beneficia, tendría que decidir entre continuar apoyando una causa perdida o dejar las cosas tal cual lo decidan el Águila y el Oso.

Por primera vez Europa es tratada como una vieja inútil, ninguneada. Queda al margen de la toma de decisiones. Ningún país del bloque participa ni siquiera como observador en este juego de ajedrez. Empero, se le exige destinar más recursos a gastos militares que a bienestar social.

En síntesis, ser un obediente perrito faldero del imperio no le garantiza a nadie un trato digno y respetuoso, así se trate de la mismísima Europa, otrora dueña del mundo. Veámonos en ese espejo roto.

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German Marte

Periodista dominicano. Editor www.eldia.com.do. Comentarista de radio y TV.

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