FRÁNCFORT, Alemania.-La prohibición europea a la mayor parte del petróleo ruso a partir del 5 de diciembre no generó un incremento repentino en los precios mundiales del petróleo, y tampoco lo hizo un tope de precios del Grupo de los Siete sobre el crudo ruso a otros países.
El tope de precio de 60 dólares por barril es impuesto al prohibir a las aseguradoras —en su mayoría ubicadas en Europa o en Gran Bretaña— transportar el crudo ruso vendido por encima del tope.
Putin ha dicho que Rusia le cortará el suministro de petróleo a los países que cumplan con el tope. Pero debido a que se fijó por encima del precio actual del petróleo ruso, ello no ha llevado a que Moscú recorte su producción.
Gran parte del crudo ruso rechazado por los compradores occidentales ha sido enviado a la India y China a precios de descuento.
Caída de precios
Si bien los precios del petróleo han caído desde máximos de 120 dólares por barril este verano, las cosas podrían cambiar. Los derivados del petróleo, como el diésel, podrían encarecerse en Europa una vez que entre en vigor la prohibición de esos suministros desde Rusia el 5 de febrero.
Europa es vulnerable a sucesos inesperados, como un accidente o un problema técnico en un gasoducto importante o en una terminal de exportación de gas natural licuado, clima extremo o bajos niveles de energía eólica o hidroeléctrica.
Petróleo chino
Analistas energéticos están atentos a la demanda de energía de China, donde el uso de combustible se desplomó durante su política de “cero Covid” que restringió drásticamente el movimiento para evitar la propagación del virus.
Dado que Beijing ha relajado las restricciones, la demanda de cargamentos de gas licuado podría aumentar más adelante este año una vez que disminuya la ola de Covid-19.
En ese caso, Europa enfrentaría costos más altos para adquirir gas, y los perdedores serían los países más pobres de Asia y África que carecen del dinero para competir.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha advertido a Europa que no se confíe demasiado, y dijo que un escenario en el que Rusia suspenda el suministro restante y la demanda china se recupere podría dejar a Europa con poco gas para el próximo invierno.
La AIE pidió un fuerte impulso a las energías renovables y a las medidas de eficiencia en el uso, como las bombas de calor que ahorran energía para reemplazar los hornos, y dijo que estos pasos son “vitales para evitar el riesgo de escasez y más aumentos feroces de precios el próximo año”.
Si bien la respuesta de Putin al tope del precio del petróleo ha sido moderada, es posible que aún tenga cartas energéticas para jugar dado que Rusia es un importante proveedor de petróleo y todavía envía algo de gas a Europa, dijo Loskot-Strachota, del Centro de Estudios Orientales.
“En general, la respuesta ha sido más bien débil, pero ¿eso será todo?”, se preguntó.
“La crisis energética no se ha ido. No estamos experimentando el peor de los escenarios, pero los factores de incertidumbre no han desaparecido”.
El éxito de Europa en lograr tener gas almacenado significa que el presidente ruso Vladimir Putin perdió gran parte de su influencia energética sobre el continente, dicen analistas y políticos.
Sorprendentemente, todavía fluye algo de gas ruso hacia Europa a través de gasoductos que cruzan Ucrania hasta Eslovaquia y bajo el Mar Negro hasta Turquía y luego a Bulgaria.
“Creo que este suministro es una señal de debilidad”, dijo Tagliapietra. Como los precios mundiales del petróleo están bajos y Rusia es un importante exportador, “necesita el dinero en efectivo”.
Los precios del petróleo se debilitaron debido a los temores de una desaceleración en las principales economías, como Estados Unidos y Europa, ya que la inflación y las tasas de interés más altas frenan el crecimiento.
Parlamento europeo
— Precio
El calendario legislativo de la región también invita a revisar el tope de precio al petróleo ruso impuesto por el G7 y a culminar las negociaciones en curso con el Parlamento Europeo en las directivas sobre Rendimiento Energético, y Energía Renovable.