Washington.-Abra las entrañas del gobierno estadounidense –algo que Donald Trump insinuó que hará– ¿y qué es lo que ve? Una extensa maraña de servicios de tecnologías de la información subcontratados a empresas privadas que trabajan en todos los ámbitos, desde Obamacare a la inmigración, pasando por las bases de las Fuerzas Aéreas y la recopilación de información.
Un vistazo a la japonesa NTT Data Corp muestra que algunos de los mayores proveedores están controlados por compañías extranjeras, lo que potencialmente les enfrenta a la marca de nacionalismo económico de “Estados Unidos primero” de Trump.
Algunas se han estado integrando al gobierno durante décadas, operando normalmente a través de subsidiarias estadounidenses que a menudo compraban.
Otras escriben el código, ofrecen asesoramiento, y desarrollan estrategias desde las oficinas en Estados Unidos y en el extranjero, lo que demuestra lo difícil que puede llegar a ser decidir si los dólares de los contribuyentes estadounidenses realmente están yendo a parar a trabajos en Estados Unidos.
Por ejemplo, NTT Data Inc., una filial estadounidense de la compañía de telefonía que antiguamente tenía el monopolio en Japón, opera más de 50 agencias del ejército y del gobierno federal y compite por parte de los más de US$160,000 millones que el gobierno federal ha presupuestado para gastar en tecnologías de la información este año fiscal y el próximo.
Desviar los contratos de la compañía con sede en Tokio hacia competidores como Accenture o Booz Allen Hamilton podría provocar un agujero en la red de servidores, redes y aplicaciones de software del gobierno.
Más de la mitad de los empleados de NTT Data Federal tienen autorización de seguridad para ver información sensible.
Los contratos incluyen trabajo con el Ejército, la Marina y las Fuerzas Aéreas, el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia Federal Antidroga, la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda y la Comisión de Valores y Bolsa.
La filial de NTT Data lleva haciendo negocios con el gobierno federal desde 1965.
Esto se debe, en parte, a que NTT Data creó su negocio estadounidense a la antigua: compró a la competencia.
Este año, la empresa pagó más de US$3,000 millones por parte del negocio de servicios de tecnologías de la información de Dell Inc., anteriormente Perot Services, una compañía de software y consultoría fundada por el excandidato presidencial H. Ross Perot.
La compañía nipona también compró su rival estadounidense Keane International Inc. en 2010.
Para entender el alcance que NTT Data consiguió en el gobierno de EEUU, piense que Edward Snowden, el fugitivo estadounidense acusado de robo masivo de información clasificada, era trabajador de Dell, con sede en Texas, cuando consiguió su autorización de seguridad en 2012, según las informaciones publicadas.