EU persigue fraudes de multinacionales

EU persigue fraudes de multinacionales

EU persigue fraudes de multinacionales

La constructora brasileña Odebrecht fue obligada por las autoridades norteamericanas a pagar 2,600 millones de dólares, acusada por sobornos.

Washington.-La constructora brasileña Odebrecht, eje de un gigantesco sistema de corrupción en su país, fue obligada la semana pasada a pagar 2,600 millones de dólares por su red internacional de sobornos que además de Brasil incluía a más de una decena de países.

La israelí Teva, número uno mundial en medicamentos genéricos, deberá pagar 519 millones de dólares por hechos de corrupción sin vínculo directo con Estados Unidos.

El Departamento de Justicia, según documentos publicados la semana pasada, señaló que la constructora brasileña Odebrecht pagó unos 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, incluido Brasil y Ecuador y República Dominicana.

Con sus multas de miles de millones de dólares, Estados Unidos se plantó como un intransigente gendarme de las multinacionales dentro o fuera de su territorio en contraste con la relativa inercia europea.

Gigantes bancarios como el alemán Deutsche Bank y el suizo Credit fueron la semana pasada alcanzados por el imperio de la «Lex Estadounidenses» por haber vendido créditos inmobiliarios tóxicos que desataron la crisis financiera de 2008-2009.
El Deutsche Bank deberá pagar 7,200 millones de dólares y su competidor suizo 5,300 millones para saldar demandas y evitar procesos en Estados Unidos.

Estados Unidos ya había tomado medidas similares contra potencias bancarias nacionales: JPMorgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley y Bank of America pagaron en total 40,000 millones de dólares para resolver pleitos por sus operaciones con los préstamos tóxicos.

¿Porqué ocurre esto? Porque Estados Unidos tiene una ley de 1977 que le permite sancionar empresas cuando cotizan en Wall Street o cuando sus transacciones ilegales pasan por el circuito financiero estadounidense.

Esa extraterritorialidad, que no tiene equivalente en Europa, le da a Estados Unidos un papel de gendarme contra la corrupción mundial y le da pie para afirmar su influencia geopolítica.

“Realmente hay un lazo entre los asuntos económicos y los asuntos extranjeros”, dijo Aaron Klein, experto del centro de estudios Brookings de Washington. “Seguramente la próxima guerra será librada con bonos del Tesoro más que con bombas”, añadió.



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