Para un correcto cuidado de la salud de la madre y del bebé existen una serie de exámenes que se pueden realizar a lo largo del periodo de gestación, que se utilizan para identificar anomalías cromosómicas, físicas y algunos síndromes genéticos, también características, así como peso, y otros factores que son muy importantes para el bienestar de ambos.
María Isabel Rodríguez Braga, encargada de Medicina Fetal de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que dentro de estos se encuentra el Doppler obstétrico o fetal, que se utiliza para valorar el flujo de sangre en las arterias y venas tanto de la madre (uterinas) como del feto (umbilical, cerebral media y ducto venoso), y que se puede realizar en cualquier momento del embarazo.
Este examen está indicado de manera específica para aquellas mujeres que muestren complicaciones como hipertensión, diabetes, problemas con la placenta o el cordón umbilical, retraso del crecimiento fetal, destaca la especialista.
Proteger el feto
Agrega que con un Doppler obstétrico se puede valorar la existencia de hipoxia fetal (falta de oxígeno), anemia, anomalías de flujos, así como de la placenta y sugerir la presencia del llamado sufrimiento fetal lo cual ayuda al médico a sugerir el término del embarazo para proteger la vida del feto incluso con un rango de 24 horas, expresa.
Rodríguez detalla que eso ocurre dado que cuando un feto inicia alteraciones de flujos de arteria umbilical tiene hasta 15 días para adaptarse e iniciar redistribución de los flujos en el cerebro y así 15 días más para iniciar alteraciones venosas que serían detonantes a un llamado parto urgente.
Esto añade un valor muy importante al estudio para seguir de cerca un embrión que se desea mantener intrautero hasta el último momento posible. Con esto se deja entrever que un doppler obstétrico patológico puede indicar incluso que un feto tiene 24 horas para salir o podría llegar a muerte fetal intrautero, algo invaluable, comenta la médico radióloga.
Asimismo, la galena habla del perfil biofísico del feto, que es un examen ecográfico mediante el cual se analizan los movimientos fetales, la respiración, la reactividad cardíaca, el tono muscular o el movimiento, entre otros. Este es el resultado de una combinación de marcadores a los cuales se le otorgan puntuaciones de 0 o 2 a cada uno para un total de 10 y si da bajo, indica que hay que preocuparse porque algo no va bien y quizás hay que inducir el parto o realizar una cesárea”, alerta.
Conocer el sexo
De igual manera, de la determinación del sexo la especialista dice que es algo muy buscado por los padres en cada una de las sonografías. Por lo que indica que el mayor índice de resultados falsos se ubica por debajo de las 15 semanas.
Sin embargo, no es hasta las 17 semanas que la diferenciación es obvia. También está la Sonografía 3D, una técnica de ultrasonido.
El mejor momento para hacerla es entre las semanas 25 y 34 cuando el bebé es lo suficientemente grande y posee desarrollo adiposo adecuado para mostrar sus facciones casi como será al momento de nacer, pero no es tan grande como para pegarse de las paredes uterinas que imposibiliten visualizar su rostro, expone.
Es correcto enfatizar que estos estudios son importantes porque ayudan al médico a tener un control del estado de la salud de la madre y del bebé, pues desde las primeras cinco semanas de gestación se puede realizar una ecografía precoz, cuando ya es posible visualizar el saco gestacional, ya que existen embarazos anembrionados, apunta la experta.
De igual modo, la Sonografía genética, que su principal objetivo es detectar pequeñosmarcadores que pueden sugerir, precozmente, la presencia de anomalías cromosómicas, físicas y algunos síndromes genéticos, este es un esquema estandarizado para la evaluación sistemática del bebé.
“Esta es una ventana de tiempo muy limitada de valor inapreciable (11 y 14 semanas) que ha demostrado ser uno de los mejores momentos para detectar problemas fetales, de hecho, es el periodo donde existe la mayor capacidad conocida de detección de Síndrome de Down (Trisomía 21) con tasas que superan el 80%”, explica.
Sonografía
Las sonografía morfológica fetal permitirá valorar toda la anatomía del bebé. Se realiza un examen detallado de toda su morfología, órgano por órgano, que ofrece la posibilidad de diagnosticar anomalías en su desarrollo, por lo tanto, en esta ecografía se pueden identificar gran parte de malformaciones que pueda presentar.
Rodríguez manifiesta que se observan las características de la placenta y líquido amniótico y se puede confirmar la edad gestacional de acuerdo a biometría fetal y mediante esos parámetros, evaluar el crecimiento.
Indica que también es posible descartar malformaciones como: hidrocefalia, labio leporino, malformaciones cardiacas, espina bífida, malformaciones pulmonares, intestinales, genitourinarias, de pared abdominal y esquelética.
Tecnología
— Equipos
La doctora Rodríguez Braga indica que Cedimat cuenta con equipos para realizar sonografías 3D y 4D High Definition, siendo la tecnología más avanzada para dicho estudio.
Recomendación
Un embarazo debe ser vigilado al menos con cuatro estudios de segunda generación, a menos que existan condiciones que alteren su evolución normal, en este caso se realizarían más.