Santo Domingo.- Los Compañeros de estudios y profesores de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Dominicana O&M, representantes de la Pastoral Juvenil de Azua, el Círculo de Locutores y de la prensa asistieron hoy a la misa de los nueve días del asesinato de Franchesca Lugo Miranda, oficiada por el padre Duván López, quien clamó para que sea detenido el baño de sangre que corre por el territorio nacional.
En el acto religioso efectuado en la avenida Servio Vilchez número 30 o carretera de Monte Río en Azua, el párroco de la Iglesia El Buen Pastor, invitó a los presentes a la misa en la fecha en que Franchesca Lugo Miranda cumpliría 20 años de edad.
“¡Todos somos Franchesca!”, decían los polosherts negro que vestían unos 30 compañeros de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad O&M, encabezados por varios profesores, su director Oscar López Reyes y por Doris Almánzar, directora de Relaciones Públicas de esa institución.
“Hasta cuando seguiremos con este baño de sangre. El cielo reclama su detención muchas Franchesca han sido asesinadas por personas que se creen dueños de la vida y reclamamos un alto en ese camino”, expresó el sacerdote.
Dijo que Franchesca “es una paloma dormida. Ella estuvo comprometida con la iglesia; fue humana, cariñosa, servicial y su vida fue cegada cuando se preparaba para ser voz de los que no tienen voz. Desde su corazón salía el bien. Ella realizó un trabajo honesto, con dignidad y respeto, porque poseía virtudes excepcionales, como la humildad, la sencillez y la alegría”.
Expresó que “por esas cualidades y sus obras de amor y justicia, su asesinato ha enlutado al país y tocado la fibra del corazón de los dominicanos y lacerado el alma de todos nosotros”.
Francisco Lugo Miranda dijo que la Policía “es un nido de delincuentes, y que no ha recibido una llamada o la visita de un raso enviado por el jefe de la Policía para pedirle disculpa a los familiares por el horrendo asesinato de su hija”.
Dulce María Ozuna, estudiante de comunicación social de la Universidad O&M, cantó una canción que compuso para la eucaristía y los miembros de la Pastoral Juvenil que también asistieron vestidos con polosherts negros y blancos con una paloma dibujada en su centro, pusieron a circular un acróstico y un documento en el que censuran el “libertinaje de egoismo de placer y ambición sin importar el precio que paguen”.
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