SANTO DOMINGO.- Importantes infraestructuras viales del Distrito Nacional exhiben una acentuada falta de mantenimiento rutinario, mientras otras presentan un paulatino deterioro, lo que en ocasiones hace que se pierda la visibilidad de esas vías, especialmente cuando se trata de la iluminación.
Dentro de esas obras figura el emblemático túnel de la 27 de Febrero, así como los pasos a desnivel del mismo trayecto, donde sus paredes interiores que antes enarbolaban los colores patrios, hoy están tiznados y marcados por las aguas filtradas de la parte superior, lo que refleja el exceso de monóxido de carbono que emana de los vehículos que circulan por allí.
Esta última situación pone en evidencia la poca ventilación de esa vía rápida, y la polución ambiental que generan los vehículos ante la falta de regulación de los sistemas de escape, impactando así la salud de los conductores que transitan por allí sin acondicionadores de aire.
Muchas de las losas del importante tramo se han despegado y lucen en franco descuido, como por igual ocurre con algunos puentes peatonales como el del kilómetro 9 de la autopista Duarte, y barandillas de contención que evitan el paso de personas en intersecciones donde se registran frecuentes transeúntes como ocurre en la avenida Tiradentes con 27 de Febrero, la John F. Kennedy con Ortega y Gasset, y otras.
El fenómeno se repite en diversas áreas e incluye ruptura de barandillas y mallas colocadas en muros de New Jersey que tras los accidentes de tránsito permanecen por tiempo sin reparar.
El Ministerio de Obras Públicas con frecuencia anuncia cierre de túneles y elevados para dar mantenimiento. Uno de los últimos fue el lunes 13 y hasta el sábado 18 de junio. Sin embargo, siguen con igual descuido, con desechos sólidos y en ocasiones con falta de drenaje.