Santo domingo.-Para una lección en historia energética global, basta con mirar la central eléctrica más vieja de Estocolmo.
Desde 1903, la planta portuaria Vaerta de Fortum Oyj ha generado electricidad empleando carbón, petróleo, gas natural y hasta consideró la posibilidad de energía nuclear.
Ahora, está eliminando el último horno de carbón para reemplazarlo por el generador combinado de calor y energía más grande del mundo que para el año próximo quemará sólo astillas de madera y restos de troncos.
El proyecto de Fortum por valor de US$530 millones forma parte de la campaña de la región a favor de la energía verde.
La biomasa, que puede incluir desde desechos y residuos de madera hasta restos de comida y excrementos de vaca, se apresta a reemplazar los combustibles fósiles ya en 2018, según Markedskraft ASA, asesora en materia de energía en Arendal, Noruega.