Santo Domingo.-Los primeros años de la vida del niño representan el momento fascinante en el que se fijan los cimientos en que basará su futuro desarrollo.
Desde que nace, el pequeño manifiesta deseos de aprender y una curiosidad inagotable. Su cerebro es como una esponja que absorbe todo lo que ve, escucha y experimenta.
Y es aquí en donde entra en juego la estimulación temprana, la cual consiste en aprovechar esta capacidad de aprendizaje de los primeros años del bebé a base de técnicas y actividades con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, lo que le permitirá también, evitar estados no deseados en su desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante.
De acuerdo con Beislyn Bautista Sang, experta en educación temprana y educación parbualria, de Gymboree Play &Music, centro líder global en clases para niños, con presencia en más de 50 países, explica que al estimular a los niños en los primeros años de vida, los padres obtendrán grandes beneficios y los pequeños desarrollarán mejores habilidades.
“Si bien es cierto que cada niño es diferente y que algunos nacen con habilidades especiales, la realidad es que los niños que son estimulados desarrollan un 50% más de esas habilidades naturales.
Frecuentemente los reportes científicos confirman que la estimulación temprana es fundamental para el desarrollo adecuado del niño”, dijo Bautista.