Santo Domingo.-La sociedad contemporánea vive en un clima de tensión y aceleración cuyos niveles no registran antecedentes. Esta atmósfera se agudiza en los grandes centros urbanos frente a estímulos variados.
Los acontecimientos político-económicos, congestión del tránsito, presiones laborales, o los altísimos niveles de inseguridad son sólo algunos de los ingredientes de un coctel que amenaza la salud.
De acuerdo a Vicente Santana Sorí, médico nutriólogo, otras razones es el efecto de la tecnología, que tanto ha modificado el trabajo, pues, más allá de sus innegables ventajas, también acelera el pulso.
Santana manifestó que se han alterado los hábitos alimenticios, ya que ahora se tiende a comer fuera de casa, lo que llaman “fast food”, muchas veces fuera de horario, siendo una fuente más de trastorno y desequilibrio, ya que estas comidas aportan poco o nada a una adecuada nutrición.
Estas son fuentes de estrés o del síndrome general de adaptación, alteraciones que afectan los comportamientos habituales del sujeto.
Factores negativos
El galeno dijo que los anteriores son trastornos del funcionamiento biopsicológico y se traducen en cuadros de ansiedad, depresión, hipertensión o úlceras.
Aseguró que todos estos factores que crean tensión emocional o estrés, pueden quebrar el sistema inmunológico y desencadenar males mayores, que van desde úlceras, asma, dolores lumbares, arritmias cardiacas, fatigas, dolores de cabeza, síndrome del colon irritable, úlceras y la misma supresión o disminución de la respuesta del sistema inmunológico.
Para combatir el estrés
El profesional advirtió que la secreción de cortisol en el cuerpo humano durante una situación de estrés afecta el sistema inmunológico considerablemente, debido a la prevención de la producción de citokinas (moléculas encargadas de dar señales a las células defensoras de nuestro cuerpo y de nuestro sistema inmunológico).
Por eso es muy importante reducirlo, evitando en lo posible las situaciones de tensión extrema y tomarse el tiempo para momentos agradables y relajantes.
Aconsejó practicar disciplinas que traigan calma y paz mediante movimientos sutiles que equilibran las energías como el Tai Chi y que incluyen ejercicios de respiración (excelente para tranquilizar y equilibrar los centros energéticos) como el yoga.
También los tratamientos de spa (con agua) son excelentes para traer sensaciones agradables de paz y bienestar.
Expresó que una alimentación rica en vegetales y frutas ayuda a mantener una buena dosis de antioxidantes en el cuerpo para proteger las células contra los radicales libres.
“Los suplementos vitamínicos que contengan, vitaminas A, C, D y E y también selenio, zinc y magnesio son importantes para el sistema inmunológico”, apuntó Sorí. Recomienda ejercitarse con regularidad, pues esto ayuda a manejar las tensiones.
Con el ejercicio el cuerpo genera hormonas como las endorfinas, serotonina y dopamina, que producen bienestar.