SANTO DOMINGO.-La aprobación del Ministerio de Salud Pública para el uso de esteroide en pacientes con COVID-19, debido a la evidencia de que sus efectos frenan la evolución de complicaciones respiratorias en la etapa activa del virus, puede jugar en contra en pacientes con antecedentes de diabéticos.
Y es que este medicamento altera los niveles de insulina (azúcar) en sangre, cuyos estragos son letales en pacientes con emergencias diabéticas como la cetoacidosis (exceso de ácido en sangre) o un estado hiperosmolar (resistencia a la insulina), que si son positivos al COVID está contraindicada su aplicación.
Al explicar lo anterior el infectólogo del Hospital Metropolitanos de Santiago (HOMS), David de Luna, señaló EL DÍA que cada persona contagiada con antecedentes diabéticos se debe individualizar para el análisis clínico y determinación del tipo de tratamiento que requiere.
Sin embargo, precisó que en un paciente diabético estable se puede aplicar el esteroide, elevando al mismo tiempo los niveles insulina con medicación, pues esto ayuda a mantener el equilibrio entre el efecto del biológico contra el virus y la glicemia.
¿Cómo funciona el esteroide?
El hecho claro es que cuando el virus ataca las vías respiratorias y llega a la parte baja del pulmón, detona un proceso inflamatorio que es parte de la reacción del cuerpo contra el virus.
Esto se conoce clínicamente como la etapa activa inflamatoria del coronavirus, en la que la persona comienza a manifestar los síntomas, fiebre, tos, malestar general y dificultad respiratoria. Allí, prosigue el experto, es cuando el esteroide hace su función de frenar el desarrollo de una complicación mayor o descompensación del paciente, por sus efectos antiinflamatorios, aunque destacó que no lo detiene.
No obstante dijo, que cuando el paciente llega a un nivel inflamatorio avanzado en el que se evidencia un deterioro importante del cuerpo, ni los esteroides, ni otra medicamento lo puede revertir.
Pro y contras
Como todo fármaco, los esteroides tienen sus pro y contra en la salud de las personas, empero el doctor De Luna significó que los beneficios en los pacientes con COVID son mayor que los efectos adversos.
Esto debido, explica el especialista, a que el tamaño de la dosificación no genera más repercusiones que la dosis que se administra en otras enfermedades.
Dentro de los beneficios de la sustancia está: como había referido De Luna: detiene el proceso inflamatorio contra el COVID ayudando a reducir la dificultad respiratoria del paciente y la fibrosis o laceraciones pulmonares que ocurre después y reduce el estado trombóticos causado por la inflamación.
Entre los contra está: alza los niveles de azúcar en sangre, alteraciones hormonales, puede provocar osteoporosis, si se usa a largo plazo y generar infecciones oportunistas, que pueden desarrollarse por la administración del esteroide, también asociado al debilitamiento del sistema inmunológico.
El infectólogo indicó que el momento exacto para usar el fármaco es cuando el paciente llega con fiebre, niveles de oxigeno en sangre bajos (por debajo de 93%), elevación de los marcadores inflamatorios (PCR positivo) y con lesiones inflamatorias en el pulmón, que se identifican por medio de radiografía del tórax.
“Cuando el paciente está en la categoría severo del COVID-19 presentando falla respiratoria, es cuando se ha demostrado los efectos positivos del esteroide por la respuesta antiinflamatoria”, agregó.
En la etapa moderada del virus, indicó que pudiera funcionar, pero en el que presenta síntomas leves no funciona y en este caso, los efectos adversos pueden ser mayores. “Pues sin necesidad a la persona se le alteran los electrolitos, las hormonales, aumento de la glicemia”, refirió.