Dilenia Cruz
Eres de esas personas que continuamente estas inquiet@. ¿No paras de mover las piernas cuando estás sentad@? ¿Te comes las uñas? Más personas están relacionando esas conductas con el término ‘ansiedad’.
Esa emoción se presenta ante un estímulo que pudiera representar un peligro, pero que más del 80 % de las veces no lo es. Desde la psicología es visto como “una emoción no presente sino anticipatoria de algo peligroso o no en el futuro” que actúa en lo fisiológico, cognitivo y conductual de la persona. Desde las constelaciones familiares se describe como “preocupación por el futuro”.
Como todas las emociones que el ser humano experimenta, la ansiedad tiene una función positiva para la autopreservación: “permite mediante los sentidos evaluar la naturaleza del peligro, previendo incluso si es conveniente afrontar o huir dependiendo de la peligrosidad del mismo”. Según el portal Psycociencia.
Como todo, cuando se hace crónico se torna en un problema que haz de atender. Sin importar desde donde decidas afrontar esa emoción que te desgasta, hoy te comparto un ejercicio sencillo y rápido que te relajará la mente y que puedes practicar cuando lo necesites.
Para acallar la mente y lograr que tu cerebro se relaje, al tiempo que el cuerpo baja los niveles de alerta vamos a respirar. Encuentra un lugar donde estés comod@ para relajarte unos poco minutos. Inspira lentamente por la nariz, al exhalar haz el sonido de la letra “O”. La vibración que se produce cuando el aire sale de tu cuerpo ayudará a ir calmando tu cerebro, obligándote a concentrarse en un solo pensamiento.
Haz al menos tres respiraciones o tantas como necesites para calmarte. Hazlo regularmente para entrenar tu cerebro y tener mejores resultados. Coméntame si te ha sido útil.
