SAN JUAN.- El Ejército de Estados Unidos avanzó en la modernización de una antigua base naval en el Caribe, lo que apuntó a un fortalecimiento de su presencia militar en la región. Se trató de la instalación de Roosevelt Roads, en Puerto Rico, que permanecía cerrada desde hace más de dos décadas y ahora fue sometida a trabajos de rehabilitación y ampliación en sus áreas de aterrizaje y rodaje.
Según una investigación de Reuters, las obras coincidieron con la construcción de nuevas instalaciones en aeropuertos civiles de Puerto Rico y St. Croix, en las Islas Vírgenes estadounidenses, ubicadas a menos de 800 kilómetros de Venezuela. Fuentes militares y analistas consideraron que estas acciones forman parte de una estrategia que permitiría a Washington sostener operaciones a mayor escala en el Caribe.
Expertos en seguridad regional advirtieron que la expansión militar estadounidense puede tener como propósito presionar al régimen de Nicolás Maduro y a los altos mandos que lo respaldan. Según el investigador Christopher Hernández-Roy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el movimiento “busca enviar un mensaje de fuerza que podría generar divisiones dentro del entorno militar de Maduro”.
Nueva política
El retorno de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha agitado las aguas en todo el mundo, también en América Latina. Una serie de declaraciones del republicano sobre el canal de Panamá, la deportación de hondureños y hasta el eventual cambio de nombre del golfo de México han causado sorpresa, estupor y también malestar.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, entra en esta última categoría, y el 1 de enero de 2025 amenazó con expulsar a los estadounidenses de la base militar “La Palmerola”, que las fuerzas norteamericanas usan desde hace más de 40 años.
“Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, dijo Castro sobre el recinto, ubicado al noroeste de Tegucigalpa y que alberga a medio millar de militares estadounidenses.
La de Honduras, sin embargo, no es la única base que tiene Estados Unidos en la región. La más conocida, y la más antigua de estas instalaciones, es la Base Naval de Guantánamo, de la que la potencia norteamericana dispone tras un acuerdo de arrendamiento a perpetuidad alcanzado en 1903. En el recinto, que alberga a una cárcel también famosa, hay unos 1,500 marines desplegados.
Contra el narcotráfico
“En realidad Estados Unidos no tiene tantas bases en la región”, dice a DW Adam Isacson, director para la Veeduría de Defensa de Washington Office on Latin America (WOLA).
“A la de Honduras y Cuba debemos sumar un sitio de avanzada donde usan una pista en El Salvador, y en Curazao hay algo parecido”, explicó el experto. En el caso salvadoreño se refiera a la Estación Aeronaval de Comalapa, donde aviones estadounidenses apoyan misiones para el rastreo y detección de tráfico de drogas.
En Curazao, en tanto, Estados Unidos tiene un acuerdo firmado con Países Bajos, que ostenta la soberanía de esa isla caribeña, para permitir la presencia estadounidense en el Aeropuerto Internacional de Hato. Una situación similar a la que ocurre en Aruba, donde Estados Unidos tiene un número limitado de fuerzas en el Aeropuerto Internacional Reina Beatrix. En ambos casos la misión oficial es la lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, Venezuela ha denunciado que aviones estadounidenses que despegan de Curazao han violado su espacio aéreo y realizan una vigilancia constante.
Tráfico en el mar
Operativo
El programa militar que implementa el Ejército de Estados Unidos para combatir el tráfico de droga en el Caribe podría afectar a Cuba en el futuro. Varias embarcaciones ya fueron atacadas en aguas internacionales.