Pasado el proceso electoral se pueden replantear las medidas para contener la expansión del Covid-19 sin que haya la sospecha de que las mismas busquen algún objetivo electoral o para beneficiar a un candidato en particular.

Los contagios de la enfermedad y los muertos han seguido creciendo de manera consistente, con el agravante de que se aproximan a su ocupación máxima las unidades de cuidados intensivos donde se atiende a los pacientes que presentan gravedad.

Contener la enfermedad es una prioridad nacional, tarea que requiere de la integración de todos los ciudadanos y muy en particular de las autoridades actuales y las entrantes.
Se entendía lo difícil que era sostener un estado de emergencia próximo a la celebración de las elecciones.

Pero a lo mejor, las actuales circunstancias requieren que se retome la discusión sobre su factibilidad o no.

Una nueva declaratoria de estado de emergencia no tendría que implicar una vuelta a la cuarentena total original.

Sólo que permitirían la adopción de una serie de medidas administrativas y restrictivas que faciliten la contención de la enfermedad.
He aquí uno de los puntos prioritarios en la agenda de la transición.