El estado de ánimo puede alterar nuestras elecciones alimentarias y viceversa: haber consumido (o dejado de consumir) determinados alimentos puede influir en el estado anímico.
Sin embargo, estas interacciones son tan complejas que es difícil establecer con claridad cómo es el vínculo entre emoción e ingesta, qué es consecuencia y qué es causa.
Además, no se reacciona igual ante el aburrimiento -que parece incidir en un aumento de la ingesta-, que frente a la tristeza -según los estudios, tiende a reducir nuestras ganas de comer-.
Nuestra actitud antes o después de comer es, con mucha probabilidad, la forma más habitual y explícita de la relación que existe entre la comida y el estado de ánimo.
Los estudios indican que la mayoría de las personas experimentan cambios en la conducta alimentaria en respuesta a una situación de estrés.
Pinchos crocantes de pollo
Ingredientes
½ taza de cereales sin azúcar (hojuelas de maíz)
½ taza de avena fina
1 cucharadita de pimentón dulce
3 supremas de pollo
Sal y pimienta
Rocío vegetal
Salsa:
200 cc de yogur natural
1 cucharada de mostaza
1 mazo de perejil picado
Sal al gusto
Preparacion
1. Colocar los cereales y la avena en una bolsa plástica, condimentar con el pimentón, sal y pimienta a gusto.
Cerrar la bolsa y sacudir bien para que las hojuelas de maíz queden molidas.
2. Quitar la piel y toda la grasa a la carne de pollo y cortarla en tiras un poco gruesas, del tamaño de bocados. Colocarlas adentro de la bolsa y sacudir para que queden rebosadas.
3. Retirar las tiras de pollo rebosadas y sacudirlas para quitarles el exceso. Si lo desea, pincharlas en palitos de brocheta.
4. Ubicarlas en una placa para horno humedecida en aceite extra virgen.
Ponerlo en el horno precalentado a temperatura moderada 15 a 18 minutos, dando vuelta a mitad de cocción y volviendo a untar de aceite.
5. Preparar la salsa uniendo todos los ingredientes y servir en un pote acompañando los crocantes de pollo.