Esperar y creer

Esperar y creer

Esperar y creer

Esperanza. Cómo me gusta esta palabra. La emoción de esperar algo, de tener una visión a futuro de que algo bueno está en camino.

Toda tu esencia vibra. Pero lo más importante es que cuanto más creas en ello más fuerza y energía dedicas a lograrlo.

Y lo haces, aunque a veces tardes, te cueste, siempre que mantengas la esperanza en algún momento lo vas a alcanzar.

Claro, no me refiero a ganar la lotería, hablo de cosas quizá más simples o más grandes, para las cuales te enfocas y trabajas. Puede que a tu alrededor veas que otros consiguen las cosas de manera más rápida, casi sientes que regalada, pero esa es su realidad y no sabes qué hay detrás de su vida o qué le aporta ese logro, pero sí puedes controlar la tuya que, al final, es la única que debe importarte.

Esperanza no es solo esperar, también es creer. Creer en que cuando siembras algo va a crecer y que si confías en manos amigas lograrás un equipo infalible.

Creer en ti, en tu capacidad, tu talento, tu dedicación y estar abierto a aprender, a equivocarte, a ir rápido o bajar el ritmo si es necesario, a defender tu espacio cuando sea la única vía y a ceder cuando sea un movimiento inteligente…

Pero ante todo se trata de ser fiel a tus valores y principios. En ocasiones debemos ser hipócritas, todos, para encajar en una sociedad de roles establecidos.

Casi es una supervivencia, pero hay fronteras que es mejor no cruzar porque harán que pierdas parte de lo que eres. Nada merece la pena de esa manera.

Recuerda que tienes la palabra esperanza que une esperar y crear. Combinación ganadora. Cree en ti, espera tu momento y cuando llegue estarás preparado.



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