Esperanza

Esperanza

Esperanza

Ana Blanco

Hay cosas que nadie nos puede quitar. Por lo menos no debemos permitir que nos las arrebaten.

La capacidad para soñar, para tener esperanza de que podemos alcanzar esos sueños y enfrentar cualquier dificultad.

En los peores momentos, en esos en los que casi no tienes aliento, hay que aferrarse a lo que nadie, nadie nos puede quitar. Hay quien lo llama fe, otros lo llaman fortaleza, a mi me gusta verlo como esperanza. Me fascina esta palabra y todo lo que conlleva porque me hace creer y sentir que saldré de cualquier bache.

En estos tiempos tan complicados en los que algo externo nos está controlando la vida es cuando hay que acoger con mente y corazón abiertos todo lo bueno que tenemos y pensar con fuerza que vamos a salir hacia delante.

Veo mucha ansiedad, temor, desasosiego… Que se manifiestan de diferentes maneras en cada persona, pero algo que todos tenemos en común es la capacidad de decidir hasta qué punto dejamos que algo o alguien nos controle y decida por nosotros.

Sé que es muy fácil decirlo, no tanto sentirlo. Pero si de algo sirve, en mi caso me reconforta mirar hacia delante con muchas ganas de avanzar, de aprender de todo esto, de valorar lo que daba por sentado, de mirar a los demás con otros ojos porque ahora más que nunca todos, todos somos iguales aunque haya tenido que llegar un virus para darnos con esa realidad en la cara.

Me concentro en el día a día, en verlo como una oportunidad más que como una amenaza, en tratar de normalizar las cosas dentro de un entorno cambiante y me aferro con fuerza a lo que conozco, a las personas que me dan paz y eso todavía me llena de más esperanza. Amo esta palabra.



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