El sistema hepato-portal es uno de los principales de la economía humana y puede verse afectado por múltiples causas, una de las más frecuentes es la trombosis de la vena porta, seguida de la cirrosis hepática.
El tema es tratado por el doctor Joaquín Pérez Osorio y la colaboración de los doctores Fabricio González, jefe de Imágenes Médicas del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat) y Sócrates Bautista, jefe del departamento de Gastroenterología del mismo centro.
La trombosis es un incremento de la presión de la sangre que se traslada por el cuerpo a través del sistema hepato-portal; por su lado, la cirrosis es una enfermedad crónica e irreversible del hígado que se origina a causa de la destrucción de las células hepáticas, asegura Pérez Osorio, radiólogo vascular.
Ambas condiciones tienen en común el efecto dañino que pueden tener sobre el sistema hepato-portal, coinciden los tres especialistas.
El sistema de transporte sanguíneo, cuando presentan patologías, tiende a tener repercusiones en el organismo.
La palabra “porta”, dentro del lenguaje médico, se emplea para definir un sistema, conducto o vía, en este caso para transportar sangre.
En el cuerpo humano la sangre circula en un circuito cerrado de tubos distensibles, que presentan múltiples ramificaciones y son de calibre variable; si por alguna causa se les aumentase la presión en un punto determinado del sistema, el flujo de sangre se redistribuirá en territorios donde la resistencia este disminuida.
Paciente con cirrosis
En el paciente cirrótico o el que presentó trombosis de la vena porta, la sangre se redistribuye al bazo, venas hemorroidales, venas de la pared anterior del abdomen, las venas del esófago, entre otras manifestaciones, explica el doctor Bautista.
La tercera parte de las muertes en pacientes cirróticos ocurre por la congestión, dilatación y posterior ruptura de las venas que drenan la sangre del esófago, que es una de las complicaciones de la hipertensión portal.
La hipertensión portal es todo un síndrome secundario a diversas condiciones que en resumidas cuentas lo que ocasionan es un aumento en la presión de uno o más puntos de la circulación hepato-portal.
Las estadísticas
Entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes con patologías en el hígado (como es el caso de los cirróticos) tienen varices; y alrededor del 30 por ciento ellos experimentaran un episodio de sangrado en los primeros años de diagnóstico.
Los pacientes que sobreviven a un primer episodio de trombosis están expuestos a un gran riesgo de recidiva, ya que el 70 por ciento de ellos presentará un nuevo episodio en el primer año tras el sangrado inicial, siendo de más alto riesgo los primeros días tras el sangrado.
Cuatro componentes que se asocian con una mortalidad elevadísima con el fallo hepático avanzado, fallo en el control del sangrado variceal, sangrado variceal reciente y elevación marcada de la presión portal.
Para el cuidado de pacientes con sangrado agudo se recomienda el uso de tratamiento combinado con medicamentos vaso activos, profilaxis antibiótica y técnicas endoscópicas.