Eslovenia ganó, contra pronóstico, su primera medalla de oro en el Eurobásket 2017, después de ganar por 93-85 a Serbia en una final que será recordada durante mucho tiempo por la lucha y entrega de los jugadores de los dos equipos.
Goran Dragic, autor de 35 puntos, acabó agotado y el madridista Luka Doncic con una torcedura de tobillo, mediado el tercer cuarto, fueron los mejores, junto con Prepelic de una Eslovenia que luchó con una energía y fe infinitas.
Con los dos equipos lanzados al ataque y con pocas precauciones defensivas, Eslovenia quiso dominar desde el inicio, pero apenas consiguió una leve ventaja (7-4, min.3) antes de que Serbia tomara la delantera en ese sube y baja de ataques rápidos, plenos de tensión y espectacularidad, 7-10 (min.4.30).
Una delicia para el aficionado. Goran Dragic (Miami Heat), por parte eslovena, y Bogdan Bogdanovic (Sacramento Kings), por la serbia, asumieron el protagonismo.