La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta el cerebro y médula espinal (sistema nervioso central), afectando más a las mujeres jóvenes.
Pedro Roa, coordinador de la unidad de Neurología de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), dice que la esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria en la cual el sistema de defensa ataca el sistema nervioso central, afectando la sustancia blanca y, en menor escala, la corteza o sustancia gris en diferentes partes del encéfalo y la medula espinal, llamadas placas o focos de daño a la mielina.
Asegura que los linfocitos T y B (células encargadas de la defensa del sistema inmune) son los responsables de llevar a cabo este ataque liberando sustancias que destruyen las conexiones cerebrales causando diversos síntomas de acuerdo a la estructura afectada.
Diferentes casos
“Muchas personas pueden tener síntomas y lesiones del sistema nervioso a lo largo de muchos años, otras siguen un curso de evolución corta con discapacidad severa disminuyendo su capacidad productiva en una etapa de la vida donde suponemos mayor capacidad de trabajo en el ser humano”, sostiene el neurólogo.
Estas lesiones pueden ser demostradas en los estudios de resonancia magnética cerebral y de médula espinal, resaltando con el uso de contraste, las lesiones más reciente con actividad inflamatoria.
Indica: “No obstante, existen formas de la enfermedad cuyas lesiones no pueden ser evidenciadas con los recursos de imágenes disponibles actualmente.
Esto supone que en ocasiones solo es posible argumentar la presencia de sustancias como las inmunoglobulinas o neurofilamentos presentes en el líquido cefalorraquídeo del paciente con esclerosis múltiple mielocortical”.
Incidencia
Sobre la incidencia de esta enfermedad, el doctor destaca que cualquier persona puede padecerla, no obstante, su mayor prevalencia aparece vinculada al sexo femenino entre los 20 y 40 años.
En el sexo masculino, los niños y los ancianos son menos afectados, pero sufren las formas más severas.
Roa destaca que es una enfermedad poco frecuente en el país gracias a la localización geográfica, debido a que no es habitual su incidencia en países que están cerca de la línea del Ecuador.
En República Dominicana alrededor de 250 personas han sido confirmadas con el diagnostico de EM.
El especialista especifica que la EM con síntomas que revierten es de mejor pronóstico, evolucionan lentamente con brotes o ataques sintomáticos aislados y con discapacidad mínima y recuperación significativa.
Esta forma de la enfermedad responde favorablemente al tratamiento con medicamentos que retrasan la progresión de la enfermedad, permitiendo una recuperación significativa de las personas afectadas.
Frustración
“Resulta frustrante entender que se puede vivir con una condición que nuestro propio cuerpo produce en contra de sí mismo. Por tanto, se establece que esta enfermedad inflamatoria tiene que recibir tratamiento a lo largo de toda la vida, a veces sin importar el excelente estado general de salud que parezcamos tener con los medicamentos.
La amenaza de un nuevo ataque siempre persiste y la vigilancia efectiva se logra manteniendo el seguimiento con su médico”, destaca Pedro Roa.
Diagnóstico
El médico especifica que llegar a establecer el diagnóstico de esta enfermedad es a veces un reto para cualquier especialista en neurología, dado los numerosos trastornos que pueden presentar características de síntomas y lesiones similares a esta enfermedad.
Por eso, en ocasiones el diagnóstico llega después de muchas consultas y numerosos estudios de imágenes y laboratorio.
Se requiere tener lesiones visibles en imágenes de resonancia magnética nuclear de encéfalo y médula que correspondan con los síntomas del paciente en diferentes episodios y estructuras afectadas.
El abordaje
Roa explica que se requiere de un equipo de profesionales de diferentes disciplinas orientadas al cuidado del paciente con esta enfermedad.
Un paquete balanceado para la salud
Un neurólogo debe ser siempre parte del seguimiento, orientando correctamente el diagnóstico y luego el tratamiento.
También se requiere de un médico fisiatra que evalúe y diseñe el programa de actividades para rehabilitar las funciones comprometidas.
Además de un profesional de la neuropsicología, dedicado a orientar la conducta y cogniciones que pueden estar afectadas en la enfermedad, haciendo más fácil el desempeño en el marco laboral y familiar del paciente.
Es necesario resaltar el papel primordial del núcleo familiar llamado a apoyar sin reservas a la persona que vive con esta condición.
Es casi imposible sobrevivir a esta enfermedad sin el respaldo de la familia.
Combinación
— Desafío
Aunque sus medicamentos son muy costosos, el desafío de vivir con esclerosis múltiple se puede enfrentar con éxito con una familia que apoye al paciente y un equipo de profesionales que de respuesta a cada situación.