BERLÍN.— Volkswagen informó el martes que 1,8 millones de sus vehículos de uso comercial están afectados por el escándalo de emisiones falseadas, mientras que su filial española SEAT informó que 700.000 de sus vehículos están equipados con el motor a diésel en cuestión.
Volkswagen AG ha admitido que utilizó software para hacer trampa en las pruebas de emisiones a sus vehículos diésel en Estados Unidos.
La automotriz dijo la semana pasada que unos 11 millones de vehículos en todo el mundo utilizan los motores afectados, muy por encima de los 482.000 identificados en un principio por las autoridades estadounidenses. Los detalles sobre el origen de los vehículos se han conocido gradualmente.
El martes, el portavoz de la división de vehículos de uso comercial —que fabrica camionetas y furgonetas—, Guenther Scherelis, confirmó la información publicada por el diario Hannoversche Allgemeine Zeitung de que 1,8 millones de sus vehículos estaban afectados. El vocero no dio más detalles.
La subsidiaria española SEAT informó que tiene 700.000 vehículos equipados con los motores diésel EA 189, pero según Volkswagen, hay discrepancias.
SEAT afirmó que los carros se vendieron en todo el mundo y que trata de determinar cuántos se entregaron en cada mercado.
También se han visto afectados 5 millones de autos de marca Volkswagen, así como 2,1 millones de vehículos Audi y 1,2 millones de Skoda. SEAT y Volkswagen-Audi España ordenaron el martes suspender la venta de todos los vehículos comerciales SEAT, Volkswagen, Audi, Skoda y Volkswagen con motor diésel EA 189. Se informó que la decisión afectará a 3.320 unidades que están actualmente en almacén.
En Bruselas, la comisaria de industria de la Unión Europea, Elzbieta Bienkowska, planeaba reunirse el martes con el jefe de marca de Volkswagen, Herbert Diess. “Esperamos que Volkswagen explique la situación”, dijo el portavoz de la UE, Ricardo Cardoso.
“La comisión quiere hechos y llegar al fondo de esto”. La semana pasada, el gobierno alemán creó una comisión para investigar el escándalo. El portavoz del Ministerio de Transporte Martin Susteck dijo que el panel está en contacto con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés).